“Tenía mucha ansiedad, el ánimo muy bajo, me habían diagnosticado una fibromialgia y notaba una enorme falta de deseo sexual. No tenía ni idea de qué me pasaba y mi terapeuta me invitó a que probásemos una sesión de Brainspotting. No puedo describir bien lo que me pasó, pero empecé a tener muchas sensaciones físicas y emociones… como si mi cuerpo estuviese contando una historia. Las emociones empezaron a coger forma y acabé en algo que llevaba escondido toda la vida”. Son las palabras de Pablo (nombre ficticio) tras someterse a esta terapia con José Martín del Pliego, responsable del área de psicología del Centro Médico Los Tilos, así como delegado de la Escuela Oficial de Hipnosis de Castilla y León. El psicólogo nos explica qué es este tratamiento, cómo funciona y en qué casos es recomendable.
¿Qué es el Brainspotting y en qué consiste?
Se trata de una innovadora terapia psicológica mediante la que activamos unas zonas u otras según miramos a un punto diferente. Eso nos permite acceder a circuitos neuronales, donde se almacenan respuestas emocionales a veces de muy alta intensidad y que pueden estar causando problemas en la vida del paciente.
Nuestro cerebro, como si de un radar se tratara, chequea continuamente lo interno y lo externo a la vez. Esto es lo que aprovecha la técnica para localizar con la mirada primero y procesar después, las cápsulas o circuitos neuronales que tenían esa carga emocional desajustada que producía respuestas poco adaptativas a la persona.
Como realmente la mente y el cuerpo funcionan de manera integrada, la técnica puede funcionar con dolencias físicas que, en muchos casos, tienen una vertiente emocional. Si liberamos y procesamos esas grabaciones, la dolencia somática también puede desaparecer.
¿Por qué es aconsejable utilizar el Brainspotting, sobre todo en los traumas?
Un trauma es el resultado a la exposición de la que no podemos escaparnos y no tenemos recursos para poder afrontarlo. Al no poder hacer nada precisamente para asumirlo, los sacamos de nuestra memoria ordinaria y lo guardamos en forma de emociones, percepciones y sensaciones somáticas que sentimos en nuestro cuerpo y que son desproporcionadas cuando aparecen.
Brainspotting lo que hace es acceder, liberar y reajustar esas memorias emocionales cuyo origen a veces es muy primitivo, inaccesible a nuestra área cognitiva, la de pensar. A veces tiene que ver con un acontecimiento de alta intensidad, cuyo recuerdo nuestro cerebro evita como defensa, pero que causa sintomatología en la vida de la persona.
Esa es la base del trauma, nuestro sistema no quiere acceder al dolor que causa, pero un estímulo externo o interno hace que esa cápsula neuronal donde se guarda, muestre un tsunami emocional que nos desborda. Con esta técnica, el cerebro genera la homeostasis necesaria para el buen funcionamiento global, al poder liberar aquello guardado y escondido en esa memoria emocional, procesarlo y sanarlo.
¿Puede desaparecer un trauma utilizando este método?
Nuestro inconsciente, de forma adaptativa, e incluso inteligente, guarda el trauma, como va anacarando la piedrecita la ostra, para que no le haga daño. De tal manera que metemos capas encima en aquello que nos causa dolor, para alejarlo de nuestra memoria ordinaria. No solo no queremos conectar con el dolor, sino que además, si es de origen infantil, a veces no tenemos ni idea de por qué nos pasa lo que nos pasa. Nuestra parte de pensar puede no saber, pero el cuerpo tiene guardado todo lo vivido. Con Brainspotting se trabaja de forma integral esas memorias a las que el cuerpo sí puede acceder para llegar a la cura profunda y permanente, donde la terapia conversacional no puede llegar.
¿Cuántas sesiones son necesarias para que el paciente mejore o consiga dejar atrás su problema?
Es una técnica que funciona bastante rápido porque conecta con aquellas zonas donde se guarda el dolor y su reflejo emocional en el cuerpo. Con 4-5 sesiones ya se pueden notar cambios. También dependerá del dolor que esté allí guardado y de la dificultad del paciente para conectar con lo interno, ya que como defensa hay personas que sufren mucha desconexión con las percepciones de su cuerpo. He tenido pacientes que han procesado mucha información con una sola sesión.
¿Cuál es el protocolo?
El paciente centrará su atención en la emoción que queremos trabajar. Puntuará la intensidad con la que la siente y, a continuación, con un simple puntero se ira recorriendo la mirada del paciente hasta encontrar ese 'brainspot' asociado a los motivos de consulta. A partir de ese momento, se mantendrá la atención en ese punto hasta profundizar en las emociones, sensaciones físicas o pensamientos que acudan a la atención focalizada del paciente hacia sí mismo. Usamos esa capacidad que tiene el cerebro para la autocuración y el fundamental vínculo con el terapeuta. A partir de ahí, vamos detrás de lo que el paciente nos vaya trayendo a consulta. Les acompañamos en su proceso.
¿Existen “efectos secundarios”?
No hay efectos secundarios como tal. Pero como conectamos con partes con dolor, a veces muy antiguas, la persona puede sentirse “removida” durante un par de días. Pasado este tiempo, en caso de que ocurra, se sentirá mejor, como si se hubiera quitado una carga de encima. Así lo describen.
¿Se puede complementar esta técnica con otras o por sí sola ya es suficiente?
Aunque Brainspotting en una muy buena herramienta en sí misma, una de las ventajas que tiene la técnica es que se puede combinar con cualquier otra forma de trabajo en terapia. Es una herramienta abierta para que cualquier psicólogo la pueda combinar con su forma habitual de consulta.
¿Cuál es el feedback que te dan tus pacientes con traumas sobre esta técnica?
Hablan de cómo se ha removido algo dentro de ellos. Que han accedido a material nuclear origen de su problema como nunca antes habían podido. Que han liberado algo que formaba parte de su historia, y que estaba interfiriendo en su vida de forma muy importante. Expresan que todo se ha colocado de otra manera y que sienten aquello que era motivo de consulta de manera completamente diferente. Hay un antes y un después, tras un trabajo tan profundo.