Limitado por la inmensa figura de Isabel II y los escándalos de su vida privada, el perfil público de Carlos III en los últimos 17 años, ya casado con Camila Parker-Bowles, es de tipo medio-bajo. Poco sabíamos del actual rey, aparte de que le gusta pintar acuarelas, la horticultura, la naturaleza en todas sus expresiones y, particularmente, la arquitectura.
En Londres, el hasta ahora heredero vivía en Clarence House, cerca del palacio de Buckingham, pero es conocido que su residencia predilecta es Highgrove, la finca que compró hace unos años por un millón de libras en el condado de Gloucestershire. Highgrove es la efigie perfecta de una casa de campo inglesa y fue también el nido de amor de Carlos y Camila.
En los últimos años, Highgrove se ha convertido en el emporio desde el que se producen y distribuyen los productos orgánicos de Duchy Originals, la marca que el hoy rey de Inglaterra fundó hace años para impulsar la agricultura sostenible. La finca también da beneficios por la venta de entradas para ver sus jardines. Así, entre eventos de perfil medio, acuarelas, carreras de Ascot y la gestión de sus negocios pasaban los días de Carlos de Windsor. Hasta que el deber llamó a su puerta: tras la muerte de su madre, es ya el rey del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. ¿Cómo se hace el paso de llegar a la cima cuando tienes 73 años y estás cerca de jubilarte?
Para algunos, asumir una actividad importante con una edad puede hacerse cuesta arriba. Para lograrlo, la clave es la motivación. "Hay dos tipos de motivación la intrínseca y la extrínseca. Carlos tendría que tener la intrínseca, esa que te permite motivarte desde el interior hacia fuera. Si es desde el exterior, porque le estén animando, no va a conseguir reunir la motivación suficiente", asegura la psicóloga Lara Ferreiro.
¿Cómo puede conseguirse ese nivel de auto-exigencia? Para Ferreiro, habría diez puntos estratégicos aplicables a Carlos de Inglaterra y a cualquier senior que tenga que asumir grandes responsabilidades:
La experiencia es un grado. Los 73 años de Carlos III también pueden ser un activo en su reinado. "Su perfil está lleno de aspectos positivos. Tiene mucha experiencia y mucha paciencia. Dicen que en las reuniones largas espera pacientemente. De hecho, lleva 70 años esperando a ser rey", afirma Ferreiro.
La paciencia no es su única virtud. "También es un hombre simpático y atractivo. Le llaman 'el rey de las múltiples caras', es poliédrico. De joven, era tímido e introvertido, y ahora ha tenido algún punto extravagante. Estas múltiples caras puede servirle para adaptarse a las diferentes situaciones que le esperan", explica la psicóloga.
Cuando accedemos a una nueva responsabilidad, a cualquier edad, se espera que lo demos todo. Lo mismo le ocurre al nuevo rey de Inglaterra. Tiene virtudes que le adornan, pero también algún rasgo de personalidad que deberá contener. "Puede que la timidez que tuvo de niño emerja ahora", señala Lara Ferreiro. Además, la crónica menos amable habla de los celos que sintió durante su matrimonio por la enorme popularidad de Diana. Parece que los resquemores familiares no han desaparecido. "La biografía no autorizada de Carlos, que se publicará en breve, dice que siente celos de su hijo Guillermo, que es percibido en las encuestas como más preparado y más querido".
Su querencia por el lujo es otro de los aspectos negativos de su personalidad. "A veces es extravagante y le gustan las cosas lujosas, lo que puede distanciarle de los ciudadanos. Le falta ser campechano. Es maniático en las cosas más simples: dicen que tiene que viajar con su propia cama y su propio papel higiénico... Tiene ese punto caprichoso. Desde el punto de vista de salud, los años y el estrés pueden pasarle factura".
Cuando se tienen unos años, la experiencia es un tesoro, pero hay otra clave que puede ser capital para cumplir objetivos: saber rodearse de un buen equipo. Es obvio que The Firm, como se llama a sí misma la Casa Real inglesa, ya había dispuesto buenos equipos de comunicación en los entornos de Carlos y Camila. Pero como rey, la exigencia es mayor, y la vigilancia de los ciudadanos, más estrecha.
"Rodearse y verse apoyado por un buen equipo, formado por profesionales y por el entorno familiar, es fundamental. Carlos tendrá que saber trabajar en 'redarquía', en una red que le dé apoyo. La figura de Camila también es fundamental: ha pasado de ser la madrastra del cuento a ser la reina. Esto también puede ir en su contra. En el imaginario colectivo, la sombra de Lady Di planea", asegura la experta.
"En teoría, sí. En la práctica, no se sabe. Tiene en contra la historia de su matrimonio con Diana, algo que aún le pueden tener guardado, y también el recuerdo de su madre, la reina de reinas. Puede ser una fuente de inspiración, pero también una rémora", afirma Lara Ferreiro.
En el reinado de Carlos III será muy importante la figura de la reina consorte. Si bien la propia monarca en el discurso del Jubileo pidió que Camila fuese aceptada como soberana, las cosas no pintan bien en opinión de esta psicóloga. "Pasamos de una reina ejemplar como Isabel II a la reina Camila, que era la mala del cuento. Esto puede ser una fuente de conflictos. Pero también sabemos que Carlos sabe imponer límites; de hecho, parece que fue él quien ordenó el 'destierro' del príncipe Andrés y los Sussex. Tiene ganas de ser rey, nunca ha querido abdicar. Es trabajador y tiene vocación de servicio", resume la experta.