¿Se puede detectar una depresión por la voz? Hablamos con una experta
La depresión es una enfermedad compleja que sufren casi 300 millones de personas en el mundo
Su detección no siempre es sencilla, y la voz puede ayudar a dar pistas de lo que le ocurre a una persona
Una logopeda indica cómo el estado de ánimo puede afectar a nuestra voz y su timbre
La depresión es una de las enfermedades más comunes a la vez que complejas en todo el mundo. Se estima, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afecta a un 5% de los adultos y a un 5’7% de los adultos de más de 60 años. En total, lo sufren unas 280 millones de personas en todo el mundo. Al ser una enfermedad compleja en su manifestación, no siempre es sencillo detectar síntomas que puedan alertar que alguien está sufriendo una depresión. Entre ellos, la voz. Así lo exponen desde el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM).
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Lo explica la logopeda especialista en patología vocal y motricidad orofacial, miembro del Grupo de Trabajo de Voz de la organización, Gemma Martín, que señala que el estado de ánimo tiene una enorme influencia en la sonoridad del tono de la voz.
¿Cómo cambia la voz?
De esta manera, a través de la voz se puede expresar “infinidad de expresiones”. Así, cuando las emociones son alegres, el tono de la voz tiende a ser más alto, con ritmo de habla más rápido, mientras que cuando la tristeza se apodera de nosotros, el tono de la voz es más grave y plano, con una intensidad débil y un ritmo más pausado.
“Estas variaciones en los diferentes parámetros que configuran la voz (tono, timbre, intensidad y ritmo) se alteran debido a la influencia que nuestro estado de ánimo tiene sobre la biomecánica del aparato respiratorio y fonador”, destaca la experta. Por ello, han constatado que la voz es capaz de aportar una gran información sobre el estado de salud de una persona a partir del análisis de esos diferentes parámetros de la sonoridad.
“En la actualidad, existen diferentes investigaciones en curso, incluso se están desarrollando softwares que, por medio de algoritmos informáticos, permitan captar y cuantificar diferencias en el tono, que un ser humano podría pasar por alto y que permitirían identificar características vocales indicativas de la depresión”, asevera la logopeda.
Además, la depresión tiene consecuencias sobre nuestra voz ya que, como indica Gemma martín, las emociones influyen en la biomecánica respiratoria y fonatoria de tal manera que “pueden producirse alteraciones en el modo respiratorio debido a la tensión muscular y a la dificultad para la gestión del aire durante el habla. Esto se traduce en una voz más entrecortada, pausada y de intensidad débil”. También puede generar estrés vocal, casos en los que la voz termina sonando mucho más fatigada o tensa. Unas alteraciones que pueden acabar en “disfonías causadas por lesión orgánica o por un mal uso vocal”, señala.
La importancia de un logopeda
Pero ¿cuál es uno de los problemas? Que las personas con depresión no son conscientes de que su voz ha sufrido cambios. Sin embargo, los profesionales de la voz conocen las técnicas y tratamientos que ayudan a darle la vuelta a la situación.
No obstante, para ello es fundamental tratar la depresión con profesionales de la psicología que permitan, primero, lograr mejorar el bienestar de la persona. en cuanto a la voz, “la intervención de los logopedas se realiza en colaboración con los equipos de psicología, es de gran importancia el trabajo interdisciplinar”, concluye la experta.