La moda del 'true crime': ¿engancharte a series de asesinatos puede afectar a tu salud mental?

  • La constante exposición a situaciones violentas extraídas de la realidad puede sumirnos en un estado de alerta constante

  • En España, la principal audiencia de 'true crime' son las mujeres de más de 30 años

  • Un estudio señala que los documentales y series basados en casos reales son el segundo género que consumimos, solo por detrás de la comedia

"En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio". Uno de los primeros pasajes de El Quijote nos hablaba ya de la alienación que algunas obras de consumo popular pueden causar en ciertos individuos. Y eso es cuando se trata de obras de ficción. Pero ¿qué ocurre cuando se trata de 'casos de la vida real'?

Pues aunque las series o documentales sobre crímenes reales -género conocido como 'true crime'- no nos harán echarnos al mundo a desfacer entuertos y a matar gigantes, sí existe quien ve peligro en el consumo excesivo (y a menudo obsesivo) del género. En un artículo recogido por la Cleveland Clinic, la psicóloga norteamericana Chivonna Childs señala que, si no vas con precaución, "ver este tipo de series podría llevarte a un estado alerta constante que derive en el aislamiento o en no ser capaz de vivir tu vida plenamente".

"Sentir terror constante o ansiedad, vivir en un estado de alerta persistente, sufrir miedo dentro de casa, tener la percepción de amenazas sin motivos, visualizar recurrentemente escenas de crímenes que hemos visto o salir menos son algunos de los signos de alarma ante un consumo excesivo de true crime", confirma por su parte Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Educación y Psicología de la UOC. "Cuando observamos que hay cambios en nuestra emocionalidad o en nuestras decisiones y acciones, decisiones y acciones que antes no tomábamos, entonces es una señal de que nos está afectando demasiado el consumo audiovisual de este tipo de contenido", añade la especialista.

Casas con vista al mal

Este género ya es el segundo predilecto por el espectador, solo por detrás de la comedia, según los datos del estudio TGI Global Quick View de Kantar, realizado sobre usuarios de video en más de 35 mercados de todo el mundo. "Surgida hace más de setenta años, la ficción basada en crímenes reales, el true crime, se ha convertido en uno de los grandes géneros de la industria del entretenimiento", explica Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

¿Lo que vemos? Muerte, asesinatos, violaciones y otros fatales finales son solo algunos de los hechos macabros que estos contenidos muestran. ¿Por qué nos atraen estas historias oscuras? "A las personas nos inquieta lo desconocido y lo amenazante. Algunas personas encuentran una falsa sensación de control y de seguridad exponiéndose a información detallada de todo aquello aterrador y extraño", explica Cabero, por su parte.

"Basado en hechos reales"

Son cuatro palabras que, para muchos, ya son una especie de sello de calidad, una marca de seducción. "En lo relativo a la narración, engancha precisamente por "ese caso real", por el atractivo que supone el morbo. Cuando estás en el ámbito de la ficción, si la premisa es demasiado descabellada o irreal es más difícil entrar en el estado de suspensión de realidad que requiere la conexión con el contenido. Aquí partimos de que eso realmente sucedió, lo cual aumenta el enganche dado el estupor que genera la historia", detalla Neira.

En cualquier caso, ser un amante de lo macabro no supone tener una tendencia a lo criminal. "No hay una relación directa entre el consumo de contenidos de este tipo y una mayor propensión al crimen", explica Balcells.

Nuestra parte de noche

Curiosamente, la cuota de audiencia femenina en España destaca de manera significativa en el consumo de este género, según Parrot Analytics. Las mujeres de las generaciones X y mileniales (mayores de treinta años) son las principales consumidoras. También en el consumo de podcast lo son, según un estudio, en la categoría de crímenes reales un 80% del público es femenino. "Las mujeres nos sentimos fácilmente más identificadas con los crímenes. La violencia de género nos ha hecho sentir más vulnerables y susceptibles de ser agredidas. Así que por identificación nos sentimos más llamadas a estar alerta de este tipo de información", explica la Cabero.

Pero no solo por la identificación atrae al público femenino, sino que esta afición esconde (según los estudios) una forma de aprendizaje. En el informe Atrapadas por el true crime: por qué las mujeres se sienten atraídas hacia historias de violaciones, asesinatos y asesinos en serie se encuentra una explicación a este fenómeno: las mujeres ven estos documentales porque están descubriendo técnicas de supervivencia (evitar convertirse en una víctima o saber defenderse ante una agresión similar) que podrían ser de utilidad ante una situación extrema. "Las mujeres usan este contenido a modo de aprendizaje y también a causa de la empatía e identificación con la víctima. Esa información nos hace más conocedoras de realidades posibles y genera un falso efecto de seguridad", añade la psicóloga. No todo podía ser tan malo dentro del mal.