Siete formas de mantener la calma cuando la vida se pone difícil

Hay momentos en la vida en los que parece que todo se nos pone cuesta arriba y por más que buscamos respuestas no las encontramos. Cuando estamos ante una situación delicada solemos perder seguridad y confianza. Y de ahí al estrés, la ansiedad y el pánico solo hay un par de pasos. Mantener la calma sin dejarse llevar por sentimientos o emociones desestabilizantes no es tarea sencilla, pero hay maneras de conservar una actitud serena que nos permita encontrar un equilibrio emocional. El usuario de Twitter La mentalidad de los estoicos nos ofrece siete consejos para gestionar las situaciones difíciles.

Respirar correctamente supone una gran ayuda contra el estrés y la ira. Así que cuando notes que la preocupación y los pensamientos negativos se apoderan de tu ser, emplea unos minutos en respirar profundamente. Inhala durante cuatro segundos, mantén el aire durante siete y exhala durante ocho. Repítelo tres veces. Hacer esto nos permite aumentar los niveles de oxígeno, relajar los músculos y disminuir la frecuencia cardíaca.

El deporte es de gran ayuda para aliviar la tensión, especialmente en situaciones de estrés. Practicar ejercicio nos ayuda a cambiar el 'mood', cansarnos, relajarnos y aumentar el nivel de serotonina. Si correr, nadar o bailar no son de tu agrado también puedes dar un paseo enérgico o realizar estiramientos ligeros. O puedes considerar las disciplinas que combinan ejercicios físicos con mentales, como el yoga, el Tai Chi o la meditación en movimiento, que son tanto relajantes como energizantes.

Plasmar en un cuaderno pensamientos, sentimientos o las vivencias más destacables del día tiene un efecto positivo sobre el bienestar mental. La llamada escritura terapéutica puede ser realmente satisfactoria para quien la practica. Te ayuda a procesar y liberar emociones, clarifica los pensamientos y reduce la ansiedad.

Para despejar tu mente y no pensar en esa situación que te genera malestar, nada como escapar a un espacio natural, tranquilo, en el que te sientas cómodo, como un parque, un río o un lago. Tanto los colores como la frescura de la naturaleza harán que te relajes. Además, aumentará tu sensación de bienestar y mejorará tu estado de ánimo.

No te dejes llevar por pensamientos disfuncionales sobre el pasado o el futuro que no puedes controlar. Concéntrate en el momento presente sin juzgar. Permanecer atento al aquí y al ahora te ayudará a mejorar la concentración en lo que realmente te resulta útil y aumentará tu autoconciencia. Además, te permitirá reducir el estrés y la ansiedad.

No a todo el mundo le relaja el mismo tipo de música, pero normalmente la instrumental y con ritmo lento ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, así como las hormonas del estrés.

Quedar con tus seres queridos o amigos es útil para reducir los niveles de estrés. Una vida social sana y activa reduce la soledad y potencia la autoestima. Para mantener la calma suele ser necesario desahogarse con alguien de confianza o un terapeuta. Explica cómo te sientes y pide ayuda cuando lo necesites. Esto te ofrecerá nuevas perspectivas, aliviará tus niveles de ansiedad y validará tus sentimientos.