Cómo gestionamos nuestras emociones, cómo nos relacionamos con otras personas, qué imagen tenemos de nosotros mismos… todo ello se ve influenciado por el estilo de apego que tenemos.
El apego ansioso es un estilo de apego caracterizado por una fuerte necesidad de cercanía y conexión, acompañada de miedo a la separación y al abandono, que genera en la persona que lo padece la tendencia a preocuparse por la estabilidad de sus relaciones y pueden mostrar una dependencia emocional significativa hacia sus parejas o figuras cercanas.
Este tipo de apego se origina en la infancia, a menudo como resultado de interacciones inconsistentes con los cuidadores, donde el niño experimenta momentos de atención y afecto alternados con períodos de negligencia o indiferencia.
Según la teoría de John Bowlby, el apego ansioso se determina por cuatro características que se puede observar en la persona que lo sufre:
Miedo a la separación: la persona siente un miedo profundo a ser abandonado o rechazado, lo que desencadenan celos cuando la otra persona no atiende a las necesidades de la persona con apego ansioso. La idea de ser abandonados o rechazados les genera una gran ansiedad y son capaces de cualquier cosa para evitarlo.
Necesidad constante de atención o contacto: Las personas con apego ansioso tienen la necesidad de estar cerca de su pareja y de tener un contacto físico y emocional con ella. La persona tiende a sobre analizar la relación, buscando señales para validar que la otra persona sigue estando interesada en ella. Esta característica puede observarse como la necesidad constante de cariño y abrazos, de estar en todo momento con la otra persona como estrategia de regulación de su apego ansioso.
Celos: Las personas que con este tipo de apego suelen tener celos si su pareja mantiene relaciones interpersonales con otras personas, aunque no sean amorosas, pensando que pueden abandonarlos por la otra persona o bien, que han realizado cosas que no aprueban.
Inseguridad: La persona busca una constante aprobación creando una dinámica de relación asfixiante. Tiende a depender demasiado de su pareja para que su bienestar emocional esté bien.
Desde Terapify aseguran que "entender los orígenes del apego ansioso es crucial para abordar sus efectos en la vida adulta. La crianza y las experiencias tempranas juegan un papel fundamental en la formación de nuestros patrones de apego. Los ambientes inestables, la falta de coherencia en el cuidado y la atención, y las respuestas emocionales impredecibles de los cuidadores pueden sembrar las semillas de la ansiedad en las relaciones futuras".
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Cómo superar y hacer frente al apego ansioso
Desde Siquia, gabinete de psicología online, facilitan una serie de estrategias y consejos para superar o hacer frente al apego ansioso:
Se consciente de tu forma de actuar, analiza tu comportamiento. Es importante que lleves a cabo un trabajo de comprensión y analices tu comportamiento y el porqué de este. La mayoría de las personas que tienen apego ansioso, sienten una necesidad de cariño y atención. Si este es tu caso, no tengas miedo y acéptalo, tendrás una relación más sana una vez que aceptes lo que sientes.
La comunicación es importante. Una vez que hayas identificado y aceptado lo que te pasa, exprésalo. De esta forma conseguirás forjar vínculos sanos y alejados de actos infantiles. Comunicarte con tu pareja es clave para que esta sea consciente de tu tipo de apego y pueda ser empática con tus pensamientos.
Refuerza tu autoestima. Uno de los problemas que puede causar el apego ansioso es la falta de autoestima. Si una persona se siente insuficiente e incluso insignificante, puede creer que todas las personas que le importan se alejarán, reforzando así el miedo al abandono. Trabaja en tu amor propio y recuerda que eres suficiente, si alguien decide marcharse no significa que sea culpa tuya.
Revisa tu pasado. Como hemos comentado, el apego ansioso está relacionado con el trato recibido durante la infancia, por lo que es importante que revises tu pasado y perdones aquellos comportamientos que no eran los adecuados para poder avanzar. De esta forma descubrirás mucho sobre tu comportamiento y sobre ti mismo, te darás cuenta de que tu pasado tiene mucho que ver con tu forma de actuar y relacionarte en el presente.
Ejercicios de atención plena. Recurrir a ejercicios de atención plena como la meditación, puede ayudarte a regular tus emociones y comportamientos.
Ocupa tu tiempo. Es importante tener tiempo para uno mismo y realizar aquellas actividades que nos gustan y nos producen placer. El espacio es fundamental en una relación, recuerda que no tenéis que hacerlo todo juntos y que el tiempo que pases a solas también puede ser gratificante.
Acudir a terapia. Encontrar un psicólogo que te ayude y te comprenda es fundamental. Puede convertirse en tu mejor herramienta, ya que te guiará a través del proceso que conlleva el apego ansioso.