Los cinco grandes tipos de personalidad: "Conocerlos nos hará mejorar lo peor de cada uno"
Aunque nos creemos únicos, la psicología nos dice que todos estamos incluidos en alguna de las cinco grandes dimensiones de la personalidad
Conocer a qué tipo pertenecemos puede potenciar los mejores aspectos y detectar aquellos que debemos trabajar
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Solemos pensar que la personalidad de cada uno de nosotros es única e intransferible. Puede serlo por la experiencia vital que va asociada a cada persona. Pero, en lo tocante a maneras de ser, parece ser que no somos tan únicos como creemos. La psicología moderna nos da una lección de humildad y apunta a cinco dimensiones básicas de la personalidad. Tan solo cinco.
4.000 rasgos
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Paradójicamente, llegar a este escueto 5 ha llevado 75 años. Fue en 1949 cuando el psicólogo Donald W. Fiske empezó a hacer esta tipología, que posteriormente fue ampliada por otros investigadores como Norman (1967), Smith (1967), Goldberg (1981) y McCrae & Costa (1987).
En estos años, se ha logrado pasar de los más de 4.000 rasgos de carácter a un conjunto de 16 y, por último, de 5. Estos cinco grupos tienen carácter general e incluyen distintos matices que han dado lugar a otras investigaciones. El tema de la personalidad humana es la gran cuestión de la psicología y, por ello, un asunto en constante evolución a partir de una definición única: "La personalidad es un conjunto de comportamientos, emociones y maneras de pensar y reaccionar que cada uno tenemos, en función de cómo nos han educado y cómo hemos vivido", señala la psicóloga Lara Ferreiro.
Conocerse para mejorar
La experta señala que la personalidad se forma entre los 0 y los 24 años y se hace de manera muy definida, lo que implica que va a limitar casi todos nuestros actos. Existe, por tanto, cierto determinismo en nuestro carácter: "Por ejemplo, si soy tímida de forma patológica, es difícil que cambie en la edad adulta, aunque se pueda trabajar", señala Ferreiro. Por esta razón, conocer los cinco grandes tipos de personalidad, lo mejor y peor de ellos, puede ayudarnos para mejorar y saber qué aspectos conviene destacar de nosotros mismos y cuáles hay que trabajar.
Sociables: alegres, aunque superficiales
Son los reyes del mambo, la alegría de la huerta y el perejil de todas las salsas. Nuestro idioma tiene muchísimas referencias dedicadas a este tipo de personalidad. "Como su nombre indica los sociables son muy extrovertidos, los reyes de la fiesta. Estos perfiles hablan muchísimo, siempre están rodeados de personas. Les gusta gustar. Tienen mucho don de gentes y suelen dedicarse a las ventas o al marketing. Son los típicos que no paran el fin de semana. Digamos que son hiperactivos de las relaciones sociales", afirma la psicóloga, antes de describir lo mejor y lo peor de esta personalidad.
- Lado luminoso: "Son divertidos y disfrutones. Tienen niveles altísimos de energía y entusiasmo. Son motivadores, saben inspirar a los demás y son muy asertivos. No saben disimular: lo que quieren lo defienden con pie firme".
- Lado oscuro: "Son impulsivos, toman decisiones de manera precipitada. Quieren caer bien a todo el mundo y no saben decir que no. Su constante necesidad de aprobación les hace ser algo superficiales. No saben estar consigo mismos; son este tipo de personas que siempre tienen que estar haciendo planes porque temen aburrirse, incluso estando con la pareja. Dependen demasiado de la atención y la validación social".
Responsables: confiables y perfeccionistas
Los responsables son las personas a las que compraríamos un coche de segunda mano. "En su caso, lo importante es lograr objetivos de manera fiable y sensata. Son personas muy centradas y muy organizadas. Piensan mucho antes de tomar una decisión y terminan todas las tareas. Lo más relevante es que nunca pierden el sentido de sus objetivos a medio y largo plazo, y miden siempre las consecuencias de sus actos".
- Lado luminoso: "Te puedes fiar de ellos, son muy dignos de confianza. Puedes encargarles cualquier cosa porque son muy eficientes (los reyes del Excel) y consistentes. La perseverancia es otra de sus virtudes, así como la autodisciplina. Si se tienen que levantar a las 6 de la mañana para ir al gimnasio, lo harán".
- Lado oscuro: "Exceso de perfeccionismo. Para estos perfiles, nada es suficiente. Sufren mucho estrés por esos comportamientos rígidos y estrictos. Les cuesta asimilar los cambios y los imprevistos. Su responsabilidad les lleva a ser adictos al trabajo, desatendiendo la vida personal"
Abiertos: creativos... y volátiles
Difícil seguirle el ritmo a una personalidad creativa. "Los creativos son las personas abiertas a nuevas experiencias. Suelen dedicarse al arte o tienen profesiones relacionadas con la estética. No les gusta la rutina y son lo más opuesto a las personalidades más rígidas".
- Lado luminoso: "La creatividad. Son innovadores, muy capaces de pensar fuera de lo habitual. Tienen una curiosidad intelectual increíble y les gusta aprender, explorar, conocer nuevas cosas. Les encanta viajar y aprecian el arte, la música y la literatura. Son adaptables y flexibles. Incorporan los cambios con mucha facilidad".
- Lado oscuro: "Son los más infieles. También son inestables. La razón es que van buscando nuevas experiencias que pueden impactar en su estabilidad. Tampoco son prácticos; es como si estuvieran desconectados de la realidad. También son muy impulsivos; por ejemplo, pueden caer en compras compulsivas o en adicciones".
Amables: empáticos, pero sin límites
Lo mejor de esta personalidad (la empatía) puede convertirse en lo peor (la sumisión). "Los amables son personas respetuosas y tranquilas. Muy empáticos, les gusta ayudar a los demás y tienen profesiones donde hay vocación de servicio: pueden ser trabajadores sociales o trabajar en ONGs. Están enfocados en ser útiles y agradar. Son muy buenos trabajando en equipo porque la comunidad es muy importante para ellos".
- Lado luminoso: "Por su capacidad de empatía, sus neuronas-espejo, las que son capaces de sentir de manera solidaria, están siempre a punto. Son muy altruistas y anteponen las necesidades de los demás a las suyas".
- Lado oscuro: "La sumisión. A veces les cuesta poner límites y permiten que los demás abusen de ellos. Es lo que llamo 'personas felpudos': todos pasan por encima de ellas, las pisotean. Con tal de no provocar conflictos, se conforman con lo que no les satisface. Suelen caer en relaciones asimétricas con la familila, en el trabajo o en pareja. Son, por ejemplo, esas personas que hacen más horas en el trabajo para sacar tareas de todos. La conclusión es que anulan sus propias necesidades".
Neuróticos: los más complejos
Se trata del tipo de personalidad más complejo, incluso contradictorio. "Son personas aparentemente tranquilas, pero bajo esa apariencia hay mucha inestabilidad. El neurótico es el inestable. Son auténticas montañas rusas emocionales, un día pueden estar arriba y otro abajo".
- Lado luminoso: "Cuando están en la fase buena, saben encajar y reaccionar muy bien ante los cambios. Son resistentes ante la adversidad y saben quitarle importancia. Pueden ser hasta divertidos".
- Lado oscuro: "La mencionada inestabilidad emocional. Un día están bien y al otro pueden mostrarse ansiosos o tristes. Son muy susceptibles y tienen muchas dificultades para establecer relaciones duraderas. También son muy vulnerables e inseguros. En las relaciones personales son celosos por toda esa inseguridad".