Luis Castellanos, el filósofo que te enseña a ser bueno: "La bondad es la culminación de la inteligencia"
El escritor y filósofo Luis Castellanos, experto en lenguaje positivo, aborda en su último libro la relación entre bondad e inteligencia
"No hay buena o mala bondad: lo que no hay es paz interior; lo que hay es miedo"
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El filósofo Luis Castellanos (Madrid, 1955) ha dedicado gran parte de su vida a investigar la importancia del lenguaje en los vínculos afectivos. Autor de 'La ciencia del lenguaje positivo' y 'Educar en lenguaje positivo', acaba de publicar 'Inteligencia Bondadosa. Cómo educar a tus hijos para que sean personas buenas y felices' (Paidós, 2024).
En su última obra, Castellanos trabaja con las palabras, la materia prima del lenguaje, para abordar el concepto de inteligencia bondadosa desde una premisa diferente: la bondad no se opone a la maldad, sino al miedo, la ignorancia, la angustia y la desconfianza. La bondad, para Castellanos, es el culmen de la inteligencia. De todo ello habla en esta entrevista para Uppers, en la que también comparte los diez hábitos que considera más eficaces para alcanzar ese estado virtuoso en el que logramos ser inteligentes, buenos y felices.
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¿Qué es la Inteligencia Bondadosa?
El mejor regalo y el mayor deseo que todos los padres y madres del mundo quieren llevar a cabo es que sus hijos e hijas sean buenas personas y felices. La bondad es un factor de supervivencia para proteger el buen futuro de la humanidad. El acto, la acción, la decisión más sublime y culminación de la inteligencia es la bondad.
¿Por qué le concedes tanto valor?
La clave de la inteligencia bondadosa es que proporciona soluciones a los problemas de nuestra existencia, de la vida cotidiana, para que nos enamoremos del mundo y de todo lo que contiene, a través de la calidez de corazón. Con la inteligencia bondadosa puedes decir que has encontrado la verdadera paz interior. Un buen corazon que es lo que deseamos para nuestras hijas e hijos. Es la llave que lleva por el buen camino.
¿De dónde nace esta inteligencia?
Proviene de la sabiduría de nuestro corazón y nuestra alma, del amor de nuestras madres, de la inteligencia de nuestros ancestros, de la historia de la humanidad, del alma y la energía de las palabras que nos habitaron para expresar lo que sentimos cuando amamos y fuimos capaces de poner nombre a todos esos sentimientos.
La Inteligencia Bondadosa da forma a lo que en el corazón llevamos como promesa; recoge las palabras sabias que nos ayudarán a concretar esa educación, hacerla tangible, visible y, sobre todo, a discernir qué es ser buena persona.
En nuestra mente dualista la bondad se opone a la maldad. Si escapamos de esa mente dualista, ¿a qué se opone lo bueno?
La ignorancia es causa de nuestros males, de los tiempos tan crudos y difíciles que vivimos, porque la ignorancia es un tipo de conocimiento y aquí esta la clave: conocemos, aunque sea erróneamente y tomamos decisiones desde ese error. Me gusta definir la ignorancia como un conocimiento erróneo.
No hay buena o mala bondad, lo que no hay es paz interior. Lo que hay es miedo. La bondad no actúa desde el miedo o desde la desconfianza y la falta de generosidad.
¿Podemos promover la inteligencia bondadosa?
Si en el día has sentido miedo y ansiedad, estas emociones abrirán la puerta a la ira y a la violencia.
Por tanto, vivir con ansia no nos haría más bondadosos. ¿Hay hábitos o rutinas que sí pueden lograrlo?
Para mí, hay diez hábitos esenciales:
- Clarifica la intención del día. Dedica tres minutos cuando te levantes a fijarte objetivos, la motivación que quieres que haya detrás de tu mente, cuerpo y habla. Son tus acciones lo que vas a habitar ese día. Y, sobre todo, pregúntate: ¿qué paz puedo aportar yo hoy?
- Todos los días elige ser honesto, no violento y compasivo con todos los seres vivos. Medita en tus ojos para encontrar estos tres valores internos en ti. Piensa en ellos y cómo lo lleva a la acción.
- Averigua cuáles van a ser tus palabras preferidas para que habiten, guíen y sean tus centinelas en el día de hoy. Y haz feliz a una persona.
- Empieza bien el día, sonríe. Si la sonrisa despeja el camino del día, la alegría despeja el camino de la vida.
- No culpes a los demás, no te quejes, no juzgues, no critiques, no justifiques, no seas indiferente… No dejes que en tu corazón, en tu mente, en tu habla y en tu cuerpo crezcan palabras que asaltan tu paz y te dejan a las puertas de la oscuridad.
- Elegir al azar de mi libro una de las 63 palabras-enseñanzas que contiene y comienza a habitarla. Que nazcan en tu corazón. Por ejemplo, "beso: un corazón nuevo al instante". Los besos tienen ojos brillantes y pueden hablar, son cercanos. ¡Qué bueno salir de casa con brillo en los ojos!
- Pausar, pararse solo tres minutos. Bienvenido a quién eres. Hay una hermosa persona en tu interior. Solo pausando el ritmo de tu vida te descubrirás hermoso, bello, bueno.
- Pasea. Déjate inspirar por el aire. Respira por la nariz. Compromete tu corazón con el momento presente.
- Ríe y sonríe. Cada día el sentido de humor tiene un lugar en nuestra mente, un espacio porque es un don curativo cuando vivimos entre sonrisas. Si reímos, sanamos.
- Antes de acostarte, anda descalzo, respira hondo, despacio, y deja ir las cosas desagradables que te han ocurrido desde que te has levantado hasta este justo momento. Es importante irse a dormir aquietando tu mente, tu habla interior y tu cuerpo.