Maribel Rodríguez, la psiquiatra que detecta a padres narcisistas: "Programan a sus hijos según sus expectativas"

Todos llevamos a un narcisista dentro de nosotros. El ego, el falso yo, es esa parte de la personalidad humana que cree estar por encima de todos y de todo. Saber que vivimos con él puede ser un antídoto contra actitudes prepotentes. Pero no todo el mundo es consciente del lado menos amable de nuestra psique. Algunas personas, incluso, dan rienda suelta a ese empoderamiento del yo mal entendido que puede dañar sus relaciones con los demás.

Detectar qué es el narcisismo patológico es uno de los objetivos de la psiquiatra Maribel Rodríguez, autora de 'Liberémonos del narcisismo' (Desclée De Brouwer), un libro en el que aborda este fenómeno muy propio de los humanos y de los tiempos que vivimos. Como señala la experta y profesora de la Universidad Internacional de La Rioja, "no podemos darle demasiado poder a un narcisista porque puede ser destructivo para todos".

En tu libro dices que el narcisismo es un fenómeno pandémico. ¿Por qué crees que el ego ha cobrado tanta importancia en nuestra sociedad?

Al parecer, el ego narcisista ha ido cobrando una importancia excesiva por la exaltación del individualismo y por el tipo de educación que ha ido ganando terreno: por un lado, sobreprotectora y pocos límites y por otro lado, la no aceptación de que los hijos sean limitados y vulnerables, ya que se les quiere programar según las expectativas narcisistas de los padres. Además, se ha ido generalizando la idea de que somos nuestras cualidades más superfluas, como la belleza, la imagen social o los logros personales.

Los comportamientos abiertamente narcisistas son fáciles de detectar, ¿pero crees que hay un narcisismo sutil que va colándose en las relaciones?

Creo que tanto el narcisismo más explícito como el más sutil se ponen cada vez más de manifiesto en las relaciones interpersonales. El narcisismo más sutil se da mediante conductas dañinas que no son evidentes, aunque sean destructivas. Las conductas narcisistas más sutiles van desgastando muy poco a poco y apenas se perciben; son como un gota a gota que va horadando a la víctima mediante la repetición constante.

Se ha instalado la idea de que somos nuestras cualidades más superfluas

¿Con qué ejemplo lo explicarías?

La persona que se relaciona con un narcisista puede no percibir ciertas conductas porque el maltrato sutil hace que quién lo padece acabe dudando de sus propias percepciones. Esto ocurre cuando, por ejemplo, el narcisista le hace 'luz de gas: una estrategia que hace que quién sufre un daño dude de que lo que está percibiendo es real. Por ejemplo, esto ocurre también cuando alguien narcisista hace algo inapropiado, como puede ser el mirar los contenidos privado del móvil de su pareja. Cuando ella protesta el narcisista le dirá que si se comporta así será porque está ocultando algo. En estos casos, las personas que sufren esta invasión de su privacidad acaban sintiéndose culpables de querer ocultar su intimidad y ceden a lo que quiere el otro, situación que va haciendo ganar terreno al abusador. Otra forma de maltrato sutil es la que alterna el bombardeo amoroso con la frialdad y la indiferencia, de tal modo que se culpa a quien se sienta mal por el cambio en la dinámica de la relación, señalándosele como excesiva su susceptibilidad o su dependencia del afecto.

¿Qué otros ejemplos puedes darnos?

En otros casos se pueden hacer comparaciones indirectas con quien tiene una mejor apariencia, diciéndose al afectado, por ejemplo, que a tal persona sí que le queda bien tal ropa o que sí que se sabe comportar bien en público. En ningún caso se señala directamente a la víctima del maltrato, pero ella se sentirá mal y a la vez dudará de si lo que está percibiendo como negativo es o no real. De hecho, si expresa su malestar, el maltratador suele saber negar hábilmente que haya pretendido hacer ningún daño.

La falta de empatía es una señal importante de narcisismo patológico

¿Qué importancia tiene el humor como antídoto del narcisismo?

El humor sano que nos lleva a reírnos de nosotros mismos y de nuestras limitaciones, sin tomarnos demasiado en serio, suele ayudar a quitar importancia al falso yo narcisista. Esta actitud es especialmente útil cuando por ejemplo se cae en una conducta narcisista y después uno se da cuenta. El reírse de ello quita protagonismo tanto al ego inflado como al error cometido, siendo así más fácil no quedarse enganchado en el perfeccionismo narcisista que empuja a vivir en una idea de superioridad personal que hace sufrir excesivamente por los propios errores.

¿Hay una relación entre narcisismo y empatía?

Sí, cuanto más narcisismo se tiene hay menos capacidad de empatía. La falta de empatía es un síntoma importante para detectar el narcisismo patológico y a veces lo primero que nos puede hacer sospechar del narcisismo de alguien, pues los narcisistas hábiles son muy capaces de dar una imagen demasiado perfecta de sí mismos, pero lo que más les puede costar aparentar es una auténtica empatía.

En el libro también hablas de que el narcisismo puede tener malos efectos en la sociedad. ¿De qué efectos negativos hablas y a quiénes perjudican más?

Si nos dejamos seducir por los narcisistas estamos en riesgo de darles demasiado poder (como ocurre con algunos políticos), lo que puede llegar a ser altamente destructivo para todos, dado que ellos solo piensan en sí mismos y no en el bien común. Además, el que muchas personas vivan de un modo narcisista implica un crecimiento del individualismo, que lleva a dinámicas sociales insolidarias.