El pico de pesimismo se dispara el fin de semana: teléfonos de ayuda si la soledad o la ansiedad atacan
Cuarenta estudiantes de psicología atienden a personas que se sienten solas o en desamparo
Para muchos abuelos, el fin de semana era el momento de recibir la visita de sus familiares, algo que se vive como una pérdida
Hay que escribir primero a 'apoyopsicologico@nebrija.es' para formar parte y recibir luego las llamadas
"La vida es un 10% lo que nos ocurre y un 90% cómo reaccionamos a ello", decía Charles Swindoll. Lo que ocurre entre las cuatro paredes del hogar de una persona mayor o en la habitación de su residencia durante este confinamiento puede que sea escaso en acontecimientos, pero épico en cuanto a miedos, dolor, sobresaltos o cavilaciones. Algo que llevó al psicólogo Manuel Nevado Rey a crear un programa de atención y acompañamiento psicológico que pudiese ayudarlos: "A un lado veía la soledad de esta gente y al otro un montón de jóvenes estudiantes, futuros psicólogos, igualmente aislados pero llenos de vida y ansiosos por romper la monotonía del encierro".
En esa encrucijada impulsó un proyecto de atención telefónica desde la Universidad de Nebrija, donde imparte clases, y la Asociación Española de Psicoterapia, de la que es vicepresidente. Con la formación adecuada y el sostén de un equipo de psicólogos, cuarenta alumnos de Psicología están atendiendo ya a todas aquellas personas que en estos momentos necesitan un paraguas contra la soledad. "De repente -dice Nevado-, el coronavirus se ha vuelto para estos jóvenes un desafío y están dispuestos a enfrentarlo".
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Es bueno compartir esos pensamientos que desatan miedos, desasosiego, desesperanza
A Nevado no le importa interrumpir una de estas largas jornadas que van a llenar de ahora en adelante su encierro para difundir el mensaje de que no hay por qué sufrir en soledad. "Es bueno compartir esos pensamientos que desatan miedos, desasosiego, desesperanza. Desde aquí les vamos a ayudar a seguir adelante y a reconstruir su fortaleza interna. El ánimo de una persona mayor o de quien que en estos momentos está en casa con un familiar con deterioro físico y cognitivo puede cambiar simplemente hablando de su rutina, recibiendo una expresión afectuosa o el impulso de una voz juvenil".
Escuchándole y transmitiéndonos la pasión que le ponen sus alumnos, sabemos que con iniciativas cómo esta es más fácil que los ánimos no decaigan. Ellos están poniendo su granito de arena a través de teléfonos fijos, llamadas a móvil, videoconferencia… cualquier tecnología con la que quien está al otro lado se encuentre más cómodo. La forma de contacto es el correo electrónico apoyopsicologico@nebrija.es.
Enviando a esta dirección un mensaje y dejando un teléfono de contacto, el equipo contacta inmediatamente con él.
¿Qué apoyo puede necesitar una persona mayor confinada en casa y recibiendo el aluvión de pesimismo que emiten por todas partes? Manuel Nevado describe varios momentos de fragilidad:
1.- Fines de semana
Es el momento en el que habitualmente los abuelos aparcan su rutina diaria para reunir a la familia. Hacen la compra, preparan la casa, organizan los horarios y disfrutan de los suyos. Renunciar ahora a todo esto les está costando.
2.- Al llegar hacia la mitad del confinamiento
Se esperaba que fuese alrededor del día 8 o 10, aunque es casi seguro que este periodo se prolongue. En ese equinoccio en el que se vislumbra el final aumenta la ansiedad de la espera, parece que nunca va a llegar. Por eso, es bueno que las autoridades y los medios de comunicación nos vayan preparando para asumir que el aislamiento será más largo de lo esperado.
3.- La hora de los informativos o la recepción de cualquier noticia especialmente negativa
Lo que está sucediendo en las residencias supone un golpe duro para su estado anímico. Les duele aún más, si cabe, la frialdad con la que se ofrecen las muertes.
4.- La incertidumbre de cada día
El no saber qué va a pasar es muy desconsolador y les hace muy vulnerables. Son muchos los factores que pueden causarles un nivel serio de desasosiego: miedo a la enfermedad, intranquilidad por sus seres queridos o el desamparo absoluto ante unas condiciones en los que la posibilidad de contagio limita cualquier ayuda.
La labor que tienen por delante estos psicólogos y jóvenes universitarios es ardua. Nevado explica que han puesto en marcha la llamada psicología de crisis. A esa persona que escribe pidiendo ayuda (ella misma o a través de un familiar) se le da un primer auxilio psicológico. "Le fortalece el simple hecho de saber que hay alguien que le escucha y le brinda su apoyo. El voluntario facilita que exprese cómo se siente y le atiende siguiendo las claves de la escucha activa. Le ayuda a manejar esa situación y detecta si, por su complejidad, necesita una terapia más programada. En este caso, le deriva a uno de los psicólogos del equipo", señala.
Uno de los puntales que ofrece la psicología para nuestras mentes en cuarentena es la gestión de la incertidumbre a través de esa escucha activa que menciona este profesional. "Al hablar, uno empieza a ordenar sus ideas y a dar respuestas a sus dudas, sabiendo que quien está al otro lado no juzga, simplemente le acompaña y lo hace entendiendo más allá de las palabras, deteniéndose en los sentimientos o pensamientos que se recogen en lo que está diciendo".