Suicidio de un influencer de Twitch: "Hay señales o contenidos en las redes de tu hijo a los que estar atento"
El suicidio de Gabriel Chachi, streamer e influencer español de 25 años, muestra que los problemas psicológicos no siempre se detectan de forma clara
Hablamos con el psicólogo Jorge Lareo, de Instituto Psicológico Cláritas, para que nos comente los indicadores a los que estar atento en redes sociales si sospechamos que un hijo puede estar pasando por un mal momento
Del excesivo positivismo al contenido gráfico publicado, son muchas las alertas que podemos advertir en un determinado momento
En pocos meses, la salud mental ha pasado de ser un tabú a formar parte del debate público como nunca antes lo había hecho. Celebridades de internet, artistas internacionales y líderes políticos están poniendo sobre la mesa una realidad que incomoda y, a tenor de los datos, debería preocupar: según cifras del Instituto Nacional de Estadística recogidas por el ministerio de Sanidad, mueren diariamente más de diez personas por suicidio, siendo la "primera causa de muerte por motivos externos" con 3.539 fallecimientos al año.
Detectar una conducta anormal no es tan fácil. A veces, la persona afectada no da pie a que nadie se imagine que está pasando por un momento complicado de su vida. La depresión, la ansiedad y el resto de los problemas psicológicos pueden ser prácticamente invisibles a ojos de los demás y el que lo padece no siempre lo exterioriza. El caso del streamer que se quitó la vida hace dos días -suceso que ha generado una fuerte conmoción en redes sociales y que ha sido confirmado por colegas del gremio- muestra de forma clara que no siempre es fácil detectar un momento complicado a nivel anímico y psicológico. En sus directos y vídeos, Chachi solía mostrarse feliz y risueño; nadie, ni siquiera los compañeros de profesión más cercanos, se imaginaban que estaba pasando por una etapa muy complicada a nivel personal.
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La ideación suicida es un terreno difícil de abordar e identificar, pero en ocasiones hay ciertos indicadores que pueden hacer saltar las alarmas, especialmente en el terreno de las redes sociales, capitalizadas por los jóvenes. Hablamos con el psicólogo Jorge Lareo, psicólogo especializado en Intervención en Crisis y Emergencias con Niños y Adolescentes en Riesgo del Instituto Psicológico Cláritas, para que nos comente los detalles a los que estar atento en las redes sociales de los jóvenes para detectar conductas de ideación suicida o problemas psicológicos graves.
"Hay contenidos a los que se puede estar atento"
Aunque es menos común que este tipo de ideas aparezcan de forma explícita, sí podemos analizar el contenido publicado en redes de los hijos. No es un indicador definitivo, aunque si sabemos que la persona no está pasando por su mejor momento, es posible hacer una suerte de radiografía de su estado anímico y lo que pueda venir.
Pistas en base al texto
"Cada persona vive el sufrimiento a su manera, pero sí hay señales o contenidos a los que se puede estar atento", avisa a Uppers. En concreto, estas son las pistas a nivel semántico.
Verbalizaciones en texto negativas
Se trata de publicaciones sobre sí mismo en un tono excesivamente negativo.
Excesivo positivismo
"Son mensajes del estilo 'por muchos problemas que tengas lo puedes solucionar' y pueden ser indicadores de que la persona puede no estar pasando por un buen momento", indica el psicólogo.
Mensajes de despedida
"Antes de tomar la decisión, cuando la persona presenta algún tipo de ideación suicida, es común que realicen algún tipo de despedida. Puede ser por carta o en persona, pero como las redes sociales se utilizan cada vez más, cualquier tipo de texto en esta línea es otro claro indicador", explica.
Pistas en base a fotos o vídeos
Del mismo modo, estas manifestaciones también pueden tener lugar a través de contenido gráfico o visual. Lareo alerta sobre algunas de ellas:
Imágenes de autolesión
"No es tan común, pero consta que existen casos. Hay que prestar atención a este tipo de imágenes, tanto cortes o marcas".
¿Cuándo aparece feliz?
"En redes sociales es muy habitual tender a mostrar bienestar, que estás contento con la vida, por eso se suele confundir la gente si aparece sonriendo", advierte Lareo. "Hay que tener en cuenta si cuando aparece feliz es un contexto de fiesta, donde puede haber un consumo de alcohol y sustancias, porque es donde más se enmascara. Por dentro, puede estar sufriendo".
A este respecto, recomienda echar un vistazo a su contenido y constatar que muestre distintas áreas de su vida, y no solo el aspecto del ocio; también el familiar. Si tenemos la sensación de que puede no estar bien y su contenido en redes sociales está marcado por el ocio, donde aparece en contextos donde el alcohol puede estar presente, hay que prestar mucha atención.
Fotos pesimistas o melancólicas
"Del mismo modo, hay que atender a las fotos pesimistas, que también se pueden encontrar cuando aparezca de espaldas, no muestre la cara, esté pensativo y, además, acompañe un texto que vaya en esa línea".
Cómo abordar la tan temida conversación
Nadie dijo que fuera fácil, pero sí es de importancia capital intentar abordar la desazón de nuestro hijo. Para hacerlo de la forma perfecta, debe realizarse desde un triple ámbito: familia, profesores y amigos. "Si se tienen en cuenta los tres es más fácil. Hay que favorecer un espacio seguro y transmitirle que tiene la confianza de que puede mostrarse", subraya Lareo. Nunca debe ejercerse ningún tipo de presión, porque el resultado puede ser contraproducente; si no siente que el contexto es propicio, su caja de problemas podría tornarse más hermética todavía.
"La otra parte es la atención. Hay que estar pendiente a las señales que muestran que puede no estar pasando por un buen momento. En estas ocasiones, es normal aislarse e intentar esconderlo", agrega el psicólogo. Es por ello que el 'triple abordaje' es la mejor opción: el apoyo del entorno, sin ningún tipo de presión, llevará, en el mejor de los casos, a que la persona termine exteriorizando su losa.
Síntomas a los que estar pendiente
A nivel de prevención, Lareo apunta algunos cambios de conducta que deben ser tenidos muy en cuenta en este tipo de situaciones.
- Cambios del sueño y la alimentación: duerme menos horas y tiene menos hambre o se pega atracones
- Rechaza lo que le hace feliz: deja de hacer las actividades que le hacen disfrutar y entra en una espiral de inactividad
- Aislamiento: deja de ver a sus amigos y familia
- Peor rendimiento académico/laboral