Javier Ruiz, sobre los costes de organizar un Mundial de fútbol: "Es una inversión ruinosa"
En la última entrega de 'MoneyTalks' Javier Ruiz desgrana los grandes costes que conlleva acoger un Mundial de fútbol
Se trata de un gran escaparate al mundo para mostrarse como país, pero su gran inversión en infraestructuras que termina siendo ruinoso
Probablemente ningún país vuelva a celebrar un Mundial en solitario por sus altos costes, solo Arabia Saudí y a golpe de talonario
Una de las sorpresas de la semana ha sido, sin duda, que España acogerá el Mundial de fútbol masculino de 2030 en una candidatura compartida con Portugal y Marruecos, pero en la que también se celebrarán tres partidos en Argentina, Uruguay y Paraguay, que acogerán los partidos inaugurales de sus selecciones. Y tras la celebración, toca pensar en las consecuencias económicas de traer el mundial a casa. Para ello, Javier Ruiz desgrana en una nueva entrega de ‘MoneyTalks’ cuánto nos va a costar el Mundial y si será rentable.
Un mundial de fútbol no es moco de pavo y lo cierto es que conlleva un buen desembolso económico que, a grandes rasgos, no suele ser rentable. ¿Cuánto se va a invertir? ¿Se tendrán que levantar nuevas infraestructuras? ¿Fue el Mundial de España en 1982 rentable? Despejamos las dudas.
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Los Mundiales de la ruina
Sin duda que España acoja el Mundial en 2030 es una buena noticia si lo miramos desde la perspectiva de promoción de país y de la cultura. Sin embargo, todo cambia desde la perspectiva económica, ya que habrá un gran gasto de dinero del que no retorna tanto como el que se espera.
Los mundiales son cada vez más caros, tanto que por ejemplo Estados Unidos se ha apoyado en Canadá y México para acogerlo porque en 1994 ya perdieron dinero y entre tres es más fácil pagarlo. Esto ha creado consorcios de países que pujan por acoger el Mundial, como el de España, al que se han sumado Argentina, Uruguay y Paraguay, seis países en total en tres continentes diferentes.
En total se estima que la inversión española en el torneo rondará los 1.500 millones de euros, una cifra lógica teniendo en cuenta que el de Rusia costó 6.000 millones, mientras que el de Qatar ascendió a la astronómica cifra de 220.000 millones, una de las mayores ruinas económicas del planeta.
Infraestructuras y seguridad
En el caso de Qatar el presupuesto se disparó tanto porque es un país que no estaba preparado en cuanto a infraestructuras deportivas que tuvieron que ser construidas de cero. Estadios que, actualmente y tras el torneo, no tienen ninguna función y hay que estudiar qué hacer con esas infraestructuras. Pero existe otro gasto principal: el de seguridad. Los países que celebran el Mundial no pueden permitirse el más mínimo problema, por eso hacen una gran inversión en materia de seguridad.
En cuanto a los beneficios, es complicado conocer qué puede suceder en España, pues el principal atractivo de los Mundiales es atraer turismo, descubrir nuevos países. Sin embargo, España ya es una de las grandes potencias mundiales en cuanto a turismo. Por el momento se estima que de los 1.500 millones que se invertirán, habrá un retorno de 5.000 millones, que no beneficios.
Si miramos atrás vemos como de los últimos mundiales, prácticamente ninguno ha generado beneficios, solo México 1986, que ganó 90 millones y, desde entonces, los Mundiales han sido ruinosos para los países que lo acogen. En el de Naranjito, por ejemplo, España perdió 600 millones de pesetas porque se construyó muchísimo y se apostó muchísimo en seguridad.
¿Será España la cabeza del Mundial de 2030? Pues queda tiempo para conocerlo porque esto irá por dinero y si Marruecos o Portugal pujan más que España, se llevarán más partidos e incluso la final, aunque es algo que probablemente hasta 2029 no se llega a conocer.