El pescado y el marisco en Navidad nos va a salir más caro. Esa es la principal consecuencia para nuestro bolsillo del acuerdo de pesca de la Unión Europea para 2025, que rebaja drásticamente los días de pesca de arrastre en el Mediterráneo. Como cada semana en 'MoneyTalks', Javier Ruiz explica las líneas maestras de la resolución, las medidas que deben aplicarse y sus repercusiones a corto y largo plazo.
Naciones Unidas y la UE han llegado a la conclusión de que estamos pescando el doble de lo que el mar Mediterráneo soporta, por lo que hay que recortar las capturas en un 66%. De pescar 130 días a hacerlo 27. Eso es la ruina de los pescadores españoles, la quiebra del sector, tal y como ha denunciado la Confederación Española de Pesca (Cepesca).
Sin embargo, se han acordado también una serie de excepciones para que los pescadores puedan salir más días sin que la pesca deje de ser sostenible. Pero esas excepciones conllevan unas exigencias en cuanto a mejoras tecnológicas (mallas, flotas, barcos) que al final significan pérdidas. Y ese es el punto en el que estamos ahora mismo.
¿Quién asumirá el coste de esas mejoras tecnológicas? Esa es la pregunta de los 120 millones de euros, porque esa es la cantidad aproximada que puede necesitarse para renovar la flota española de 1.953 barcos. Esto significa entre 50.000 y 70.000 euros por cada navío. El Gobierno ha dicho que buscará la forma de dar apoyo público a los pescadores, pero la ley no lo contempla, por lo que la sensación que tengo es que al final lo terminaremos asumiendo nosotros, los consumidores, pagando mucho más por el pescado.
Lo primero que va a pasar es que se pescará menos. Y si se pesca menos pero comemos lo mismo, el precio se dispara. De hecho, está empezando a pasar ya. Si los alimentos han subido este año del 1,4% al 1,9%, el pescado lo ha hecho hasta el 4,5%. Vamos a tener un problema en precio a corto plazo -porque los pescadores ya están empezando a declararse en huelga- y a largo plazo -porque cuanto menos captura, más precio-.
El otro gran inconveniente que plantea el acuerdo de la UE es que los peces no saben de fronteras. Es decir, que la flota europea pesque menos no va a solucionar el problema de sostenibilidad del Mediterráneo. Lo que se necesita es una solución global, que implique también a países como Túnez, Turquía o Argelia, que también pescan mucho en sus aguas, y no solo a los europeos. Si el Mediterráneo no se regenera, en el futuro no vamos a tener especies que pescar. Tenemos que salvarlo entre todos.
El sector pesquero en nuestro país tiene un doble impacto. El directo implica a los pescadores que salen al mar. A esos 73.000 barcos que tenemos en toda la UE, que son 180.000 puestos de trabajo. Pero también hay otros 500.000 puestos en la cadena de valor. Una vez que el pescado llega a la lonja, hay conserveras, transportistas, empaquetadores, transporte a supermercados, vendedores... Todo esto genera unos 3.000 millones en ingresos. Una cuantía que hay que salvar, pero no solo hoy, sino de cara al futuro. La charla completa de 'MoneyTalks' está disponible en el vídeo.