Esta semana, Javier Ruiz se ha pasado por 'Moneytalks' (cada viernes en directo en nuestra cuenta de Instagram), para hablarnos "del oficio más viejo del mundo, el de mentir".
Cada semana nos ayuda a entender los grandes titulares de la prensa económica y, en esta ocasión, ha querido explicarnos todo lo que se mueve tras las campañas de desinformación, los bulos o fake news:. Una interesante conferencia que puedes ver completa en el vídeo de la parte superior.
"Esto es un escandaloso/rentable negocio", ha comenzado diciendo. "No es una mentira casual de un día", ha explicado mientras mostraba en un gráfico la evolución de cuántas campañas de desinformación se viven año a año, datos de un observatorio de la Universidad de Oxford.
"Esto es en todo el mundo, pero también en España hay campañas de desinformación pagadas. En 2016 sólo había nueve empresas que se dedicaban a esto. Ahora son 48 compañías globales, dos de ellas con sede en nuestro país. Con un capital de 1500 millones de euros", ha contado. "Cuando veis la falsa vacunación de Ministro de Sanidad, no es un gamberro, hay mucho dinero detrás. Están ganando quienes meten dinero en la mentira".
En el último año, la plataforma Facebook ha ingresado 10 millones de dólares en publicidad política. "Y 60 millones de euros en campañas de mentira y Facebook lo sabe", ha denunciado el experto. "Ninguno de nuestros informativos sabe lo que son 60 millones de euros. Batallamos contra ese gigante: la inversión en verdad es mucho menor que la inversión en mentira", se ha lamentado.
"Hay una enorme inversión para domar y manipular a la ciudadanía. Hay dinero público, vuestro dinero, en atentar contra vosotros", ha alertado, dirigiéndose directamente a los espectadores.
Hay muchas ocasiones en la que la desinformación traspasa las pantallas de nuestros ordenadores y teléfonos móviles y llega hasta las de la televisión: "Muchas veces eso cala en las audiencias. Muchos de esos diarios falsos contagian a la televisión y perdemos credibilidad", ha explicado, mostrando un gráfico de la pérdida de audiencia de los espacios informativos de los principales canales televisivos.
¿Quién, cómo, cuándo, dónde y por qué se dan estas campañas desinformativas? El quién está claro: partidos políticos y empresas privadas. "Los partidos políticos están utilizando dinero público para esto".
El cuándo y dónde se ve claramente en casos como el 'Caso Messi', el 'Caso Roures' o el 'caso Guardiola'. "En estos casos se utiliza dinero privado contra intereses públicos".
El cómo se lleva a cabo supone un entramado totalmente organizado de cuentas automatizadas, cuentas curadas y cuentas de suplantación de identidad. "Las cuentas automatizadas son cuentas creadas para achantar a la prensa y amedrentar a periodistas. Las hay también curadas por humanos, que tienen estructuras de batallón: una persona dirige y da órdenes a diez cuentas, que, a su vez, dirigen otras diez cuentas cada una, que, a su vez, dirigen otras diez. Son batallones de trolls para atacar a periodistas, totalmente organizados: generales, sargentos, soldados y carne de cañón", ha explicado.
"Esto no se puede hacer sin invertir mucha pasta. Se está utilizando el dinero de la ciudadanía contra la ciudadanía. Dinero publico contra intereses públicos. Atentan directamente contra la libertad de expresión y la libertad de información, es decir, contra la democracia", ha manifestado. "Toda la mentira que está ahí fuera está hecha para manipularnos para cambiar el sesgo, para cambiar la opinión pública".
El último nivel de cuentas de redes sociales creadas para servir a las campañas de desinformación son las cuentas de suplantación de identidad: "Cuentas falsas de, por ejemplo, Javier Ruiz fake, que son muy evidentes, pero que está pasando".
En el por qué ocurre también es momento de entonar el mea culpa por parte de los lectores que, según el experto, tienen "cierta culpa". Ha asegurado que 2 de cada 3 leen el periódico que creen que van a decirles lo que ellos ya piensan: es el llamado 'sesgo de confirmación'. "Este es un problema que tienen los que están al otro lado de la pantalla".
Pero el otro problema que tenemos, ha afirmado el periodista, es que "esto funciona. "Los mayores de 45 años, los uppers, son los que más mentiras divulgamos", ha explicado. "Divulgamos hasta 7 veces más fake news. Conseguimos impactar más, pero es que las generaciones más jóvenes no votan. Es peligroso que nosotros divulguemos esa mentira porque afectamos en los que votan, los jóvenes son más pasivos".
"Somos más crédulos y somos más vulnerables. Si se consigue desmovilizar a un 10 % de la gente que sí vota, se pueden ganar unas elecciones. Hay que estar en guardia. Vosotros y nosotros, los medios de comunicación", ha analizado, mostrando los datos en una gráfica con una jocosa alusión al edadismo que hemos podido ver en algunos medios informativos.
¿Podemos luchar contra esto? "La primera forma de combatir la mentira está a vuestro lado y al nuestro, extremando las cautelas y el espíritu crítico", ha opinado.
"Hay un negocio en fomentar la mentira y debemos exigir a Facebook, a Twitter, a Instagram… que verifiquen sus propios contenidos y que no permitan la mentira. Hay cosas que son opinables pero hay cuestiones que son verdad o mentira. Los que desinforman no tienen una opinión, tienen un interés".
Javier nos ha dado algunas pautas que, como sociedad, podemos llevar a cabo para intentar frenar este auge de la desinformación y de asesinato al periodismo libre. En primer lugar nos recomienda verificar para no contribuir con la desinformación: "Que esté impreso no significa que sea cierto". "Seamos críticos: si es demasiado bonito para ser verdad, probablemente sea mentira. Verificad, buscad otras fuentes. Hay desinformadores profesionales ahí fuera, sed críticos con de quién os fiais. Chequead, mirad", ha aconsejado.
Según sus palabras, hay que "limpiar las malas hierbas". "Las redes sociales nos han llenado un bosque entero de nueva fauna y flora, es maravilloso, pero hay malas hierbas. No se puede permitir que haya ejércitos de trolls tratando de acallar el periodismo".
Cree que se debe "dejar de considerar las plataformas como tecnológicas y empezarlas a considerarlas como editoras de contenido". "Esto se cambia considerando responsables a las plataformas, que tienen una responsabilidad. Son ellos los que permiten este tipo de difusión. Si son corresponsables en manipular unas elecciones, van a tener cuidado en controlar su contenido":
"Los periodistas también cometemos errores, hay diferencias entre equivocarse y mentir intencionadamente. No defináis a un periodista por errores. No es lo mismo que hacer del error tu modo de vida", ha finalizado.