En esta nueva entrega de su crónica desde casa, Carme Chaparro nos desvela la historia de una mujer que al no poder acompañar a su padre en el último momento pidió que le dejaran línea abierta de teléfono con su habitación de hospital. Durante 36 horas, la mujer acompañó a su padre sin descanso. Un ejemplo de fortaleza y de lo importante que es, pese a no poder acompañar físicamente, intentar por todos los medios que las personas no se vayan en total soledad.