Cada vez son más las personas que apuestan por los paneles fotovoltaicos para suministrar energía al hogar. En España se han triplicado las instalaciones en los últimos tres años, y, aunque el sector industrial sigue siendo el más activo en este sentido, el residencial está en auge no solo por el ahorro que conlleva en la factura energética, sino por su impacto medioambiental. La conciencia sobre la sostenibilidad sigue creciendo, pero mucha gente aún desconoce qué se necesita para poner los paneles solares en la azotea de su edificio. Te lo contamos.
Si vives en un chalet o vivienda unifamiliar simplemente dependerá de que tengas espacio suficiente para instalar las placas solares en tu propiedad. Pero la cosa cambia en una comunidad de vecinos, aunque no tanto. Para empezar, no hay ninguna ley que impida ponerlas, siempre y cuando el edificio cumpla los requisitos para ello. Si hay un hueco suficientemente amplio para albergar los paneles en la azotea y si esta está expuesta a la radiación solar una cantidad de horas suficiente para ser rentable, seguramente podrás seguir adelante.
En una comunidad de propietarios, es necesario que haya acuerdo para llevar a cabo la instalación de placas solares, pero no unanimidad. Según la Ley de Propiedad Horizontal, si los paneles fotovoltaicos van a suministrar energía a toda la comunidad se necesita el voto favorable de la mayoría de los propietarios. Los vecinos que no estén de acuerdo también tendrán que correr con los gastos de la instalación que les correspondan proporcionalmente, al tener la consideración de "gastos generales".
Sin embargo, si la instalación de placas en el tejado común no es para todos los vecinos sino para una parte de ellos, solo se necesita el permiso de un tercio de los integrantes de la comunidad. Siempre que no se obligue a pagar a quienes no las usen. Y tampoco es necesario que los miembros del tercio que otorga el permiso las pongan. Pueden hacerlo solo los que quieran.
Si después otros vecinos quieren engancharse al sistema de consumo colectivo deberán pagar el importe que les hubiera correspondido, debidamente actualizado, aplicando el correspondiente interés legal". Una vez instaladas, las placas tendrán la catalogación de "elemento común", como el portal, la escalera o el ascensor.
Después llegaría el momento de pedir presupuesto. La empresa instaladora comprueba el lugar para instalar las placas, dimensiona la instalación y señala la energía que podría destinarse cada domicilio. En la mayoría de los casos es la propia empresa la que solicita las subvenciones que hay disponibles para este tipo de redes (de hasta el 30%) y el enganche a la red, según señala el diario El País.
En estos momentos en los que los precios de la energía tradicional están disparados, contar con un sistema de energía renovable proporciona varias ventajas a tener en cuenta: