El incendio en un chalet de Boadilla del Monte, en Madrid, por el recalentamiento de las baterías de las placas solares que tenían instaladas en la vivienda ha hecho saltar todas las alarmas. Los paneles fotovoltaicos son cada vez más comunes en las viviendas unifamiliares debido a su capacidad de generar energía a muy bajo precio, especialmente ahora que la luz está disparada. Sin embargo, ahora que ya nos han avisado que las temperaturas van a ser muy elevadas a partir de ahora y que este va a ser el verano más fresco que recordaremos en años, nos preguntamos cómo de común es que se produzca un incendio de este tipo y cuál es el riesgo real de tener este tipo de instalaciones en casa. Los expertos responden.
Como cualquier instalación eléctrica, los paneles solares pueden estar sujetos a anomalías: arcos o cortocircuitos que emiten calor y pueden causar un incendio. Sin embargo, la posibilidad de que pase esto es ínfimo. “Los incendios de las instalaciones fotovoltaicas son extremadamente bajos, hay un caso de cada 10.000”, explican desde Mi kit solar. No obstante, y para hacer estos sistemas más seguros si cabe, “los fabricantes de componentes de kits solares han diseñado sistemas para asegurar las instalaciones en caso de incendio”.
Lo normal cuando se realiza una instalación fotovoltaica es que pasen hasta 40 años desde la colocación hasta la primera vez que haga faltar hacer cambios, aunque las revisiones son anuales. Cumpliendo con la normativa, en caso de incendio tanto en los paneles como en la vivienda donde se colocan, la instalación fotovoltaica se detiene en el momento y deja de inyectar electricidad en la red.
Si los paneles solares empiezan a funcionar mal o presentan algún tipo de anomalía hay que llamar de inmediato a la compañía instaladora y al 112 si ya hay llamas. En la mayoría de los casos suele ser un problema de conexión, pero no hay que esperar a que los elementos se sobrecalienten antes de tomar medidas. De la misma manera, si la instalación se modifica o se daña por la intervención humana o por el mal tiempo hay que desconectar la corriente hasta la revisión.
“Es muy importante no rociar los paneles con agua, aunque la energía esté desconectada”; nos alertan. Los bomberos están entrenados para intervenir en este tipo de instalaciones y es mejor dejar que ellos se ocupen del problema. “Los combustibles de los paneles solares, así como muchos combustibles como el plástico, pueden emitir humos nocivos: por lo tanto, es aconsejable alejarse lo más posible del sistema fotovoltaico”, concluyen los expertos.