La misión DART ha sido un éxito. “Tenemos impacto”, decían los responsables de la misión espacial financiada por la NASA al recibir la pérdida de la señal momentos antes de que la nave impactase contra el asteroide Dimorphos para desviar su trayectoria en el espacio. Se trata del primer ensayo desarrollado por la humanidad para defender a la Tierra de posibles colisiones futuras de objetos espaciales. Te contamos cómo ha sido el impacto contra el asteroide a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.
A las 01:14 horas de este martes en la península, la nave chocó a una gran velocidad contra el asteroide, a unos 22.000 kilómetros por hora. El impacto en sí sobre el asteroide no se ha visto al perder la señal, es una buena noticia, aunque por el momento habrá que esperar unos días o semanas para conocer si realmente la nave ha conseguido alterar la órbita del asteroide.
Estando a tal distancia de la Tierra, lograr golpear un asteroide, que no deja de ser una roca de 160 metros, a una velocidad tan elevada ha sido ya todo un éxito, más aún teniendo en cuenta que la nave se dirigía de forma autónoma durante el último tramo del recorrido hasta el asteroide mientras grababa hasta perder la señal lo que tenía delante gracias a la última tecnología que tenía implementada. El éxito de esta hazaña es tal precisamente porque es un experimento que bien podría haber salido mal, demostrando que no se podía acertar.
¿Por qué se ha decidido chocar una nave y no destruir el asteroide? Primero porque se trata de una prueba y esa roca no supone un peligro para la humanidad. Segundo porque de haber destruido el meteorito los cientos de rocas que hubiese provocado que muchas de ellas hubiesen podido caer sobre nuestro planeta.
Gracias a esta prueba los científicos tendrán más claro cómo actuar ante objetos que puedan ser peligrosos para la Tierra y que su colisión podrían ser devastadora. Así, ha sido una prueba ante futuras amenazas reales que acechen a la Tierra.