Está claro que, en los últimos años, hemos notado el cambio climático más que nunca. Veranos con temperaturas sofocaltísimas y otoños e inviernos que cada vez cuestan más que lleguen cuando a veces en noviembre podemos salir a medio día en manga de camisa. Esta temporada costó, pero el frío ha llegado, aunque un episodio de calima haga que en estos días aumenten las temperaturas máximas. Pese a ello, los expertos avisan de que en este año es posible que vuelva el fenómeno conocido como ‘El Niño’. ¿Recuerdas qué es?
Tal y como la Organización Meteorológica Mundial indica, “El Niño / Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial asociada a cambios en la atmósfera”, teniendo una gran influencia en las condiciones climatológicas de gran parte del planeta, aunque no afecta a todas por igual, intensificándose especialmente en Latinoamérica y el sur de Asia.
La última vez que se presentó este fenómeno fue en 2016, cuando en Kuwait se alcanzaron los 54 grados de temperatura y, en España, Córdoba registró 45 grados. Es decir, cuando se produce ‘El Niño’ trae un incremento en la temperatura del planeta, con sus consecuentes olas de calor y una mayor sequía, un fenómeno extremo que podría repetirse en 2023 cuando este coja fuerza a partir de los meses de verano.
El meteorólogo Mario Picazo ha explicado que todo indica que este cambio va a producir un impacto en el clima de muchas zonas del planeta, también de Europa, donde la temperatura puede aumentar 1’5 grados, notándose sobre todo a finales de año y durante el 2024.
Lo cierto es que durante los últimos tres años hemos estado viviendo bajo el patrón de su contraparte, ‘La Niña’, que hace que se registren valores de temperatura inferiores a lo que es habitual. Entre este mes y febrero se irá deshinchado, mientras que ‘El Niño’ empieza a emerger, algo que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ya ha advertido.
De esta manera, es en la segunda mitad de 2023 cuando se pueden generar diferentes anomalías climáticas y la NOAA apunta que la probabilidad de que esto ocurra es ahora de un 66%, un porcentaje que esperan que aumente según pasen los meses. Es entonces cuando se producirán fenómenos extremos como sequías, olas de calor o precipitaciones que pueden ser devastadoras por su intensidad o duración.