Al menos 2.000 muertos y 2.050 heridos. Son las cifras de la devastación causada por el terremoto de magnitud 6,8 que golpéo el centro de Marruecos, el más fuerte que ha vivido el área desde 1900, el pasado 8 de septiembre. El seísmo, con epicentro a 70 kilómetros de Marraquech, una de las localidades más turísticas del reino alauí y ubicado en las montañas del Alto Atlas, ha golpeado a la población más vulnerable. Muchas de las víctimas se encontraban en las provincias y municipios de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant, en el centro y sur del país, según datos de la autoridades marroquíes.
Pero el terremoto no solo se ha sentido en Marruecos. Tanto en el país vecino, Argelia, en la frontera este, como en las Islas Canarias, al frente de la costa de Marruecos, sintieron el temblor. También en algunas partes de Andalucía, concretamente en la zona occidental.
El principal motor tectónico detrás del seísmo es la colisión entre las placas que subyacen entre los continentes de África y Europa, hoy separados por el Estrecho de Gibraltar, apenas una franja de 15 kilómetros que divide la zona en dos países, Marruecos y España, y dos mares: el Atlántico y el Mediterráneo.
Del Estrecho se habla desde que el mundo es mundo. Según la mitología griega, Hércules cruzó el monte Atlas para robar el ganado del monstruoso Gerión. Pero con su fuerza descomunal partió la montaña por el centro y así creó el Estrecho de Gibraltar. Hoy este paso -etimológicamente, del árabe 'el monte de Tarik', el guerrero que condujo a las tropas musulmanas hasta España en 711- es famoso por otras razones. Cada año es el paso obligado de millones de personas que vienen del corazón e Europa a pasar el verano en Marruecos o Argelia, fundamentalmente. Para hacernos una idea de la magnitud del fenómeno, la Operación Paso del Estrecho 2022 finalizó con un total de 2.912.283 pasajeros, 695.487 vehículos y con 9.908 rotaciones de barcos.
El Estrecho de Gibraltar es también el escenario donde se ubica una de las batallas más aguerridas del flujo migratorio. A través de él, miles de personas tratan de abandonar sus lugares de origen para tener una vida mejor en Europa.
El nacimiento del Estrecho aún hoy es materia de estudio para la ciencia. El sistema del Arco de Gibraltar es uno de los accidentes geográficos más especiales del planeta porque tiene la curvatura más cerrada de todos los que existen y, además, dado que la Tierra se mueve, está en continua evolución. ¿Cuándo se formó este pasillo entre mares? Los geólogos creen que entre hace seis y nueve millones de años ocurrió algo que provocó, en primer lugar, el aislamiento del Mediterráneo y, posteriormente, de nuevo su apertura, formándose la disposición geográfica que hoy conocemos.
Según los expertos, el terremoto de 2023 se debe a la fricción que aún se da en la zona y que sigue empujando a las montañas del Atlas hacia arriba. Otro de los últimos terremotos tuvo lugar en Agadir en 1960. Alcanzó una magnitud de 5,8 en la escala de Richter y una intensidad máxima de X (Extrema) en la escala de Mercalli. El seísmo destrozó por completo la ciudad atlántica.
Más recientemente, en la noche del 23 al 24 de febrero de 2004, un violento seísmo de entre 6,1 y 6,3 de magnitud en la escala abierta de Richter sacudió la región de Alhucemas, en el norte de Marruecos, dejando entre 628 y 631víctimas mortales y 926 heridos. El epicentro del temblor se situó en Aït-Kamara, cerca de la ciudad portuaria de Alhucemas, situada a los pies de las montañas del Rif.
Sin embargo, Marruecos no es uno de los países más afectados por los movimientos de estas placas, aunque los continentes de África y Eurasia cada vez están más cerca: cada año se aproximan entre cuatro y cinco milímetros, pero las consecuencias sísmicas no suelen darse en el país vecino. Hasta la fecha, los terremotos, de distinta intensidad, se han registrado en mayor medida al este del Mediterráneo, en Italia, Grecia y Turquía.
Según advierten los expertos, la zona del Arco de Gibraltar está experimentando sacudidas desde 2016, aunque no hayan sido perceptibles. En España, en 2021, hubo una serie de pequeños terremotos que afectaron a la Vega de Granada precisamente por estos movimientos entre placas. En ese momento, los investigadores del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra explicaron que este tipo de temblores se desencadenan cuando la actividad de una falla en el interior de la Tierra o las fosas abisales produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas. En ese caso, los seísmos, de poca magnitud, llegaron al Mar de Alborán, la puerta de entrada desde el Océano Atlántico al Mar Mediterráneo.