El contrato entre padres e hijos para regular el uso del móvil que propone la Policía Nacional
Consta de 20 cláusulas que comprometen, por igual, a adultos y menores
Ha llegado el día. Tu hijo te ha pedido un móvil, una tablet o un ordenador. Ronda los 11,12 o 13 años y, aunque probablemente pienses que es muy pronto, se lo acabarás comprando. Incertidumbre y miedo. En tu cabeza se abre un abanico de preocupaciones enorme. ¿Podrá acceder a redes sociales?, ¿Lo llevará a clase? o ¿Cuánto tiempo diario puede usarlo? Ante esas dudas normales, el equipo de Redes Sociales de la Policía Nacional ha creado un contrato para que padres e hijos menores de 13 años fijen por escrito las normas de uso del nuevo dispositivo.
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Las cláusulas ascienden a 20 y van desde las apps que el menor podrá instalar, siempre previa autorización paterna, hasta la prohibición de utilizar el móvil como un arma para ofender, humillar o acosar a cualquier compañero de clase, vecino o conocido. Hace también especial hincapié en no compartir material ofensivo o inadecuado a través de grupos de Whatsapp.
Por otro lado, los deberes no solo afectan a los pequeños. Obliga a los padres a no leer conversaciones, a respetar la intimidad del menor y a entender que necesita su espacio para hablar de temas personales con sus contactos. También a comprometerse a que, el control y acompañamiento inicial, se irá relajando según vaya creciendo el menor.
Para acabar, la Policía Nacional recuerda la importancia de que el nuevo usuario domine la tecnología y no sea al revés, que se eviten adiciones. Pide que los jóvenes se conecten a la vida real y que disfruten del dispositivo siempre de forma racional, segura y responsable.