Fácil, rápido y fiable. Son las tres palabras que bien podrían definir a Bizum, el método de pago a través de pequeñas transferencias de dinero que usa cada vez más gente. Ni las cañas se quedan por pagar ni las cenas a medias las paga uno solo. Basta con entrar en la aplicación del banco, seleccionar esta opción y realizar un traspaso instantáneo. Pero como en todo, siempre hay quien se intenta aprovechar. Una nueva forma de estafa, denunciada por algunas personas, amenaza a los usuarios de esta aplicación. Te contamos en qué consiste y a qué debes estar atento para que no caigas.
El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja alertó hace unos días del caso de un hombre a quien engañaron para quitarle 400 euros de su cuenta. Al parecer, había puesto un anuncio de venta de un coche por internet y un supuesto interesado le contactó para negociar los detalles. El comprador le aseguró que le realizaría un depósito de 400 euros en concepto de reserva a través de Bizum, y el hombre estafado accedió, según recoge Europa Press.
Si había acuerdo, ¿cómo logró engañarle? Bizum ofrece dos opciones: tanto traspasar dinero como solicitar un traspaso. El comprador, en lugar de enviar dinero, pulsó la opción de solicitar. El vendedor se despistó y aceptó la solicitud del estafador, que automáticamente recibió en su cuenta 400 euros. Después, nunca supo nada.
Siempre que alguien solicita o envía dinero a través de Bizum, la otra persona recibe una notificación en su móvil. Lo que hay que hacer es poner atención en el motivo del aviso, que puede ser un envío o una solicitud. Este es el texto que acompaña a un envío de dinero: '(x) te ha pagado (x) EUR en concepto de (x)'.
Cuando no es un pago sino una solicitud, el aviso es también claro: '(x) te ha solicitado (x) EUR en concepto de (x)'. Si entras en tu aplicación del banco, podrás aceptar o declinar la solicitud. Siempre que no debas ese dinero, rechaza.
Además, hay que tener claro que cuando una persona te envía dinero, no tienes que aceptar o rechazar el envío. Simplemente, se te transfiere automáticamente. Esta es otra forma de saber si el aviso es una solicitud o un envío. En todos los casos de solicitud, sí habrá que aceptar.
Si te paras a leer bien la notificación, nunca te engañarán. La diferencia entre este y otros timos es que el usuario al que intentan estafar no le roban los datos a través de enlaces fraudulentos, sino que se aprovechan del despiste. No se trata, por tanto, del fenómeno 'phishing', también muy presente en los últimos tiempos, a través de correos falsos de empresas, marcas o instituciones que ofrecen según que servicios y que para acceder a ellos hay que pinchar en un enlace que descarga, automáticamente, un malware que roba tus datos.