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Cada vez más empresas adaptan sus negocios al mundo online y la digitalización, lo que significa que hoy es más necesario que nunca proteger los sistemas y las redes de los hackers y peligros informáticos para garantizar la integridad, confidencialidad y disponibilidad de la información. Por eso los profesionales en el área de la seguridad cibernética están tan cotizados, pero al mismo tiempo hay una gran escasez de especialistas competentes y eficientes, capaces de crear una red segura y desarrollar un buen sistema de detección de amenazas.
Según el 'Análisis y Diagnóstico del Talento en Ciberseguridad en España', elaborado por Observaciber, durante 2021 España había alcanzado una fuerza laboral en ciberseguridad cercana a los 149.774 trabajadores, pero la brecha de talento en el sector se estima en 24.119. De hecho, cuatro de cada diez empresas cubren las vacantes en ciberseguridad con talento reciclado de la compañía, y solo dos de cada diez de esos empleados reciben formación para desempeñar esas funciones.
En informe calcula que la cifra de profesionales que buscaban empleo en ciberseguridad en 2021 ascendía a 39.072. La previsión es que en 2024 se incrementen hasta los 42.283. Los datos reflejan la necesidad de contar con personas especializadas en este sector. El número de profesionales necesarios en ciberseguridad se elevaba a 63.191 empleos, mientras que en 2024 y alcanzará los 83.000. Según un informe del Foro Económico Mundial, el sector tiene las mayores perspectivas de todas las áreas de la tecnológica, con un 29% de incremento anual.
Otro factor clave que incide en la necesidad de profesionales de este perfil es que la rotación está aumentando en los departamentos debido a que se ofrecen mayores salarios. El desalineamiento entre oferta y demanda de talento motiva que el salario sea una variable muy importante que afecta a la hora de cambiar de empleo.
La carrera de Ciberseguridad se imparte en 81 centros de formación en España. El sector aglutina muchos perfiles y áreas de especialidad, como desarrolladores, auditores, analistas, forenses y por supuesto también hackers, todos ellos trabajando en equipo para resolver problemas, evitar ataques informáticos y dar respuesta cuando se producen.
Por otra parte, el informe de Observaciber también incide en la brecha de género que afecta al sector, reflejándose ya en la etapa universitaria. Solo el 18% de las personas graduadas especializadas en ciberseguridad son mujeres.
Al respecto se están desarrollando programas específicos de impulso en investigación para incrementar la presencia de mujeres en el sector. Al menos, el porcentaje de mujeres que han elegido estudiar carreras tecnológicas ha aumentado en cinco puntos porcentuales en cinco años, pasando del 24% de mujeres matriculadas en 2016-17 al 29% en el curso 2019-20.