El espionaje mediante el sistema Pegasus al entorno independentista catalán, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha puesto en cuestión la eficacia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a su directora, Paz Esteban, cuya continuidad corre peligro a causa de este escándalo. Su comparecencia ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso este jueves será clave en este sentido, porque el Gobierno no ha certificado un respaldo sin fisuras a su labor.
Paz Esteban, de 64 años, es desde julio de 2019 la primera mujer que dirige los servicios de inteligencia españoles. Con casi 40 años de servicio, no se discuten ni su preparación ni su capacidad de trabajo, ni sus buenas relaciones con otros servicios del Estado. Conozcamos cinco curiosidades sobre su trayectoria profesional.
Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid y se especializó en Historia Antigua y Medieval. Tras finalizar sus estudios empezó a preparar las oposiciones para funcionaria de Archivos y Bibliotecas, pero su trayectoria profesional tomaría un rumbo muy distinto cuando un pariente de su padre le ofreció un puesto en el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), el que por entonces era el servicios de inteligencia de España.
Allí entró en 1983, cuando al frente estaba Emilio Alonso Manglano, y se especializó en inteligencia exterior, especialmente relacionada el terrorismo islámico. La labor de Esteban siempre estuvo en los despachos y nunca fuera de las fronteras españolas ni sobre el terreno como agente de campo.
Su primer trabajo fue la realización de informes sobre la permanencia de España en la OTAN, antes de que se celebrase el referéndum de 1986. También fue ella quien se encargó de redactar los informes sobre sobre los atentados del 11-S y los del 11-M.
Permaneció en esos cargos de inteligencia exterior hasta 2004, cuando ascendió a órganos directivos. En 2010, Félix Sanz Roldán, su predecesor como director del CNI, la nombró jefa de su Gabinete Técnico. Y siete años después, tras la dimisión de Beatriz Méndez de Vigo, la ascendió a secretaria general, es decir, su número dos, con la aprobación del Consejo de Ministros.
En 2019, al finalizar el mandato de Sanz Roldán, Esteban pasó a ocupar el cargo de directora general del CNI de forma interina. El 30 de enero de 2020 fue nombrada directora de forma definitiva tras constituirse el primer gobierno de Pedro Sánchez.
Poco más se sabe sobre ella, como corresponde a la máxima responsable de los servicios de inteligencia. La discreción ha sido siempre una de sus principios fundamentales, por lo que no es de extrañar su disgusto viendo cómo la grave brecha de seguridad en los teléfonos móviles de Pedro Sánchez y Margarita Robles ha puesto al CNI en el centro de la diana y su labor en entredicho.