Mientras que media España quedaba sepultada por la borrasca Filomena, a WhatsApp (y Facebook) una bola de nieve gigante les iba creciendo cada vez más rápido entre sus usuarios. ¿El motivo? Una actualización en las condiciones del servicio de WhatsApp y un rumor de que empezarían a vender tus datos a otras terceras empresas para ofrecerte publicidad. La tormenta perfecta que provocó cientos de cadenas de mensajes para borrarse de WhatsApp y migrar a otras apps de mensajería como Telegram o Signal. ¿Pero qué hay de cierto en todo esto? ¿Realmente WhatsApp va a vender ahora tus datos?
El 7 de octubre de 2014 Facebook anunciaba la compra de WhatsApp por 22.000 millones de dólares. Sin embargo, no fue hasta el 25 de agosto de 2016 cuando lanzaron la primera gran actualización de sus condiciones de servicio.
En ellas ya se explicaban con detalle los datos que compartías con WhatsApp como por ejemplo:
Según explican en una pregunta respondida en su sección de dudas frecuentes, "WhatsApp comparte con las demás empresas de Facebook, información de registro de tu cuenta (como tu número de teléfono), datos de operaciones, información relacionada con el servicio, información sobre cómo interactúas con los demás (incluidas las empresas) cuando usas nuestros servicios, información sobre tu dispositivo móvil y la dirección IP", entre otros.
Es decir, WhatsApp sí comparte algunos de los datos que generas dentro de la aplicación con Facebook y el resto de sus empresas. Ahora bien, como hemos visto, esto lo lleva haciendo desde 2016 y no a partir de ahora con la nueva actualización de sus términos y condiciones.
Además, WhatsApp tiene recogido en su página web los motivos por los que comparte información con otras empresa del grupo de Facebook. Entre ellos, "para hacer frente al spam y evitar conductas abusivas en nuestros Servicios, además de fomentar la seguridad, la protección y la integridad tanto dentro como fuera de ellos". Y ponen como ejemplo. "si algún miembro de las empresas de Facebook descubre que alguien utiliza sus servicios con fines ilegales, puede desactivar la cuenta de dicho usuario e informar de ello a las demás empresas de Facebook para que consideren tomar la misma medida".
No. Los mensajes están cifrados desde el emisor hasta el destinatario. ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que lo que viaja entre tu teléfono y el de la persona a la que escribes no es un texto sino un código de letras, números y caracteres que es indescifrable para el canal por donde va el mensaje.
Además, siempre lo han dejado claro en los términos y condiciones:
"Durante la prestación ordinaria de nuestros Servicios, no conservamos tus mensajes, sino que se almacenan en tu dispositivo (no se guardan generalmente en nuestros servidores). Una vez que se entregan tus mensajes, se eliminan de nuestros servidores". "Ofrecemos cifrado de extremo a extremo para nuestros Servicios. Con el cifrado de extremo a extremo, tus mensajes se cifran de modo que no pueden ser leídos ni por nosotros ni por terceros", aseguran.
Hay varios motivos por los que la bola de nieve le ha ido creciendo a WhatsApp en los últimos días.
Sin embargo, para los usuarios de España y del resto de la Unión Europea, nada cambia con esta actualización de las condiciones de uso.
En Europa WhatsApp se rige por las normas comunitarias, al tener una filial ubicada en Irlanda. Por ello, al estar bajo el amparo del Reglamento General de Protección de Datos, un portavoz de la compañía lanzó un comunicado sobre ello: "No hay cambios en las prácticas de intercambio de datos de WhatsApp en la región europea (incluido el Reino Unido) que surjan de los Términos de servicio y la Política de privacidad actualizados. Para evitar cualquier duda, sigue siendo cierto que WhatsApp no comparte datos de usuario de WhatsApp de la región europea con Facebook con el fin de que Facebook utilice estos datos para mejorar sus productos o anuncios".
Insisten también en este punto en su apartado de seguridad de la página web, donde explican que "Facebook no usa la información de tu cuenta de WhatsApp para mejorar las experiencias con los productos de Facebook ni proporcionarte anuncios más relevantes en la plataforma. Este es el resultado de las conversaciones que se mantuvieron con la Comisión de Protección de Datos de Irlanda y otras autoridades de protección de datos de Europa".
En todo caso, hay que tener claro que cuando un servicio es gratuito, el usuario y el uso que hace de la aplicación es el precio que hay que pagar. Estas empresas no son ONG, sino que tienen que rendir cuentas a sus inversores y, por eso, estarán siempre buscando la rentabilidad de sus servicios, bien mediante publicidad directa (que por el momento no existe en WhatsApp) o sus derivadas.