En la época de los filtros, los retoques y el postureo que pueblan Instagram y TikTok, la apuesta de BeReal por alejarse de todo eso y volver a la naturalidad y espontaneidad ha conquistado a los jóvenes. En esta aplicación, que ha crecido un 315% desde su lanzamiento en 2020 y cuenta con más de 10 millones de usuarios diarios, la inmediatez es primordial: se recibe una notificación una vez al día y a partir de ahí se cuenta con solo dos minutos para disparar una foto con ambas lentes, la delantera y la trasera. Solo entonces se puede ver lo que han hecho los otros usuarios. Nada de la calculada estética digital impostada que ha predominado en los últimos años. La vida tal y como es. Pero, ¿realmente BeReal supone el fin de una era o en el fondo es más de lo mismo?
"BeReal ha dado respuesta a una necesidad de los usuarios, que se sentían saturados en un ecosistema de los medios sociales donde reinaba la imagen muy trabajada y retocada. Lo que llama la atención en ese contexto es la representación de la realidad, la naturalidad", afirma Silvia Martínez, directora del máster de Social Media: Gestión y Estrategia de la UOC. Esa espontaneidad no se ha explotado demasiado en redes en los últimos años. Muy al contrario. En 2010, llegaron los filtros de fotos para embellecer la realidad; después, en 2017, lo que algunos llamaron "las caras de Instagram", con los filtros faciales perfectos, y, por último, la publicidad como escaparate de algunos perfiles con las historias.
"La perfección ajena nos genera sentimientos negativos: envidia, frustración y, llevado al extremo, incluso depresión. Acabamos convencidos de que todo el mundo tiene una vida fantástica, menos nosotros. En este sentido, unas dosis de realismo resultan, sin duda, bastante reconfortantes", afirma Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. Así, mesas de trabajo, ordenadores o gente en autobuses son algunas de las imágenes que salen a diario en BeReal. Y aunque para la mayoría lo cotidiano tiende a a ser aburrido, "en las redes sociales nos resulta atractivo lo nuevo, lo que no estamos acostumbrados a encontrar", explica Lalueza. Ahí reside la clave del éxito de BeReal.
En teoría, esta red se escapa de la parte aspiracional, esa que proyecta una imagen para parecer más atractiva a ojos del público, conocido o desconocido. Para Lalueza, es factible ofrecer más de una imagen de uno mismo. "Es habitual tener presencia en más de una red social, por lo que es factible ofrecer diferentes versiones de uno mismo. Los contenidos aspiracionales (lo que quisiéramos ser) son compatibles con los contenidos realistas (lo que realmente somos). Además, lucir la vida real es más sostenible, porque requiere menos esfuerzo", afirma el profesor de la UOC.
Pero quizás BeReal tampoco escape en realidad al postureo. Tras analizar el comportamiento de los usuarios en la red social, el comparador de agencias Sortlist llega a otra conclusión: la autenticidad en BeReal no es lo que la gente busca. Su usuarios se siguen preocupándose por la forma en la que se proyectan en línea. Así, a pesar de esa aparente búsqueda de la espontaneidad, solo el 9% de los usuarios publica su primera foto. El resto publica la tercera. Eso sí, si la primera imagen no convence y se hace otro intento, la red social se lo ‘chiva’ a los seguidores.
Además, más de la mitad de los usuarios esperan a estar haciendo algo interesante antes de publicar (53,80%), desvirtuando el propósito de BeReal de ser el 'anti-Instagram'. Solo el 30,2% publican cuando les llega la notificación. Y un dato aún más revelador: el 86% de la gente desearía poder editar sus fotos de BeReal. En el fondo a los usuarios les gustaría tener más control sobre sus imágenes y cómo las publican.
Pero, independientemente de que sea más auténtica o no que otras redes sociales, hay una cosa en la que sus usuarios están de acuerdo: la aplicación ha llegado para quedarse. El 65% de los encuestados piensa que será el "próximo gran medio social". De hecho, otras grandes plataformas sociales han incorporado funcionalidades similares, como TikTok Now. La gran pregunta ahora es hasta cuándo el tipo de contenidos que ofrece va a seguir resultando atractivo. Para Martínez, aunque BeReal sea repetitivo, puede ser positivo, "puede motivar el desarrollo de la creatividad y la originalidad, pero la plataforma deberá ir incorporando novedades para mantener el interés de los usuarios y adaptarse a las nuevas demandas que puedan surgir, a pesar de que estas seguramente se mantendrán dentro de esta apuesta por la naturalidad".
También habrá que comprobar la rentabilidad en el futuro de una red social de momento ajena a la publicidad. BeReal no obtiene beneficios ni prevé obtenerlos a corto plazo. "Por ahora, para BeReal generar ingresos no es una prioridad, dado que ha sabido dotarse de una generosa financiación por parte de inversores. Sin embargo, a medio plazo esto va a cambiar", advierte Lalueza. Llegará un momento en el que diversificará las fuentes de ingresos para tener beneficios.
"Las opciones pueden ser: cobrar a los usuarios por servicios premium, comercializar los contenidos difundidos en la plataforma, introducir retos patrocinados o bien desdecirse y —previa autorización más o menos explícita de los usuarios— acabar monetizando sus datos personales con fines publicitarios (a día de hoy se compromete a no hacerlo)", añade el investigador. "Será muy importante ver cómo incorpora estas vías, en especial la publicidad, de forma que no pierda su esencia, marcada por esta autenticidad que proclama", concluye Martínez.