Canguros, chefs, profesores particulares, monitores de tiempo libre... Los abuelos son esa bendición salvadora cuando a los padres les falta tiempo para todo. Trabajan y no cobran nada por llevar a los niños al cole, cocinar o ayudarles con los deberes. Un análisis de la plataforma Prontopro del que nos hicimos eco calculó que si los abuelos tuvieran sueldo, deberían cobrar más de 2.900 euros al mes. Pero también hay quien rechazaría ese sueldo. Si no, que le pregunten a Antonio, un hombre de 86 años que decidió convertirse en el traductor burocrático de su nieta para ayudarle con el papeleo de las oposiciones para médico.
@Palomacarrev es una graduada en Medicina que, en tiempos de coronavirus, se está informando para presentarse a las oposiciones para Médico Interno Residente (MIR). Antes de recibir el temario, estudiar y presentarse al examen, los candidatos deben leer uno de esos documentos densos y llenos de tecnicismos administrativos. Toda una pesadilla para los jóvenes, poco o nada habituados a 'traducir' este tipo de textos. A Paloma se le vino el mundo encima y no le quedó otro remedio que pedir ayuda.
Entonces llegó él. Su abuelo Antonio, a sus 86 años, ha tenido que enfrentarse más de una y dos veces a este tipo de documentos. Está curtido en mil batallas y, al parecer, no le desagrada leer este tipo de textos. Paloma no lo dudó. "Le envié a mi abuelo de 86 años el BOE con la convocatoria del MIR porque le encanta leer documentos tostón y me ha mandado un resumen", ha contado la graduada en Medicina, que ha encontrado un gran aliado en medio de ese mar de palabras extrañas y referencias a leyes orgánicas.
Y así lo hizo. Como si de los viejos tiempos se tratase, a Paloma le llegó una hoja con el documento completamente sintetizado en varios párrafos. Fechas a tener en cuenta, tasas que pagar, exenciones, plazos, puntuaciones, tipología de examen... Caligrafía clara, ideas resumidas, ortografía impoluta y mucho tiempo que se ha ahorrado esta futura médico interna, que después de publicar la inestimable ayuda de su abuelo ha recibido un aluvión de buenas palabras hacia Antonio, que a esta hora se ha convertido en una estrella de Twitter.
Porque, como suele pasar en estos casos, su tuit se ha viralizado. En dos días ya suma 901 retuits y más de 20.000 me gusta. De momento lleva bien la fama, según ha comprobado su nieta, que le ha contado que su hoja ya la han visto más de 18.000 personas. Antonio leyó algunos comentarios y aquello fue gratificante. "No (he leído) todos pero algunos, la fama la llevo con mucha tranquilidad y me alegro si sirve de algo", escribió a su nieta.
Aunque las nuevas tecnologías vienen a sepultar la escritura a mano, Antonio utilizó el método tradicional. Una forma de redactar que pese a que se está siendo socavada por la mensajería instantánea, sigue despertando una gran nostalgia en muchas personas. El pasado mes de septiembre hablamos con algunos uppers acerca de los recuerdos que les han quedado de las cartas escritas a mano, el precedente del Whatsapp. "Cada una tenía un sello personal y solo con ver el sobre sabías por la letra quién te la mandaba. La forma en que estaba dispuesto el texto decía también mucho de su remitente", nos explicó la bloguera Elena Rius, de 64 años.