Desde que la campaña de la vacunación frente a la covid-19 comenzase a finales de diciembre con aquel pinchazo a Araceli, la primera persona en recibir la vacuna en España, son muchas las personas que han ido recibiendo su primera y segunda dosis. En total, entre mayores, personal sanitario o grupos prioritarios ya se han administrado en España unas siete millones de vacunas, y entre todas ellas ha habido más de un pinchazo especial. Familiares que han podido, gracias a su puesto como sanitarios, administrar su dosis a abuelos, padres o tíos, un momento de lo más emocionante.
Vivir una pandemia como personal sanitario no es fácil, especialmente al inicio, el momento más duro para ellos por el desconocimiento del virus y el colapso hospitalario. A pesar de la propagación continua, ya tenemos disponible la vacuna que, pese a que su administración no va a la velocidad deseada, sigue un ritmo continuo sin pausa. Y entre dosis y dosis, historias para el recuerdo, como una nieta que ha podido vacunar a su abuela frente a la covid-19.
Conchi es una enfermera canaria que no ha dudado en subir el momento a sus redes sociales: "Que orgullosa estoy de poder hacerlo yo, abuela", refiriéndose al momento en el que le administraba la vacuna. A pesar de la mascarilla que ambas llevan puesta, se nota a leguas la cara de felicidad, especialmente la de su abuela, a la que se le ve la ilusión en los ojos y también en sus gestos, pues mientras en un brazo le daban un pinchazo, levantaba el otro haciendo con sus dedos la forma de V de victoria, porque sabe que gracias a esa inoculación, el fin de la covid-19 está más cerca que nunca.
Su tweet ha sido todo un éxito, superando los 100.000 'me gusta' en el post y llenándose de mensajes para ella y para su abuela. "Estas cosas me ponen feliz", comentaba un usuario, mientras que otros no pasaban por alto la pose de los dedos de su abuela. También se han fijado en el estilismo escogido por la abuela para vacunarse, "ojalá estuviese socialmente aceptado vestir como las abuelillas de pueblo, comodidad máxima con los vestidos de flores".
A pesar de los buenos comentarios, algunos usuarios se han fijado en que la enfermera no lleva guantes y han criticado el acto, aunque algunos usuarios han salido en defensa. Uno de ellos ha comentado que "no es necesario llevar guantes en pinchazos intramusculares o subcutáneos, solo higiene de manos antes y después", algo que ratificaban otros internautas.
Conchi no es la única que ha podido administrar la vacuna a uno de sus abuelos, Julián, estudiante de enfermería en Castellón, también lo ha hecho. En su cuenta de Twitter ha plasmado una foto con su abuelo cuando era niño y otra de él vacunándole acompañada de un texto: "Vacunar a mi abuelo es una de las cosas más grandes que me ha pasado nunca". El estudiante ha hablado con la Cadena SER, donde ha declarado que en un principio le daba miedo ser él el que vacunase a su abuelo de 87 años, pero que le dijo que "si se la ponía yo, mucho mejor".