Hace 20 años, el mundo sufrió uno de esos episodios que quedan marcados en la historia para siempre. Dos aviones secuestrados por terroristas se estrellaban en las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, a primera hora de la mañana. De aquella trágica mañana se recuerdan vídeos e imágenes estremecedoras. Pero menos famosa fue una foto que salió a la luz años más tarde y protagonizó un gran debate moral y periodístico.
El fotógrafo Thomas Hoepker, de la agencia Magnum, tomó la decisión de apartarse de la zona cero. Cargado con su cámara y sus objetivos, se fue a la periferia para retratar la tragedia desde otros puntos de vista. Fue hasta un parque de Brooklyn y allí tomó la fotografía: cinco personas toman el sol en el parque, en un ambiente que evoca tranquilidad mientras las torres gemelas arden al fondo de la estampa.
Hoepker decidió no trasladar la foto a sus editores. En su opinión, creyó que no era el momento idóneo para sacar una fotografía tan polémica en medio de una tragedia nacional de tal calibre. Una fotografía tan desenfadada, con un contraste tan fuerte, podría dar a entender indiferencia por parte de los jóvenes, que charlaban tranquilamente. Por ello, decidió guardarla en un cajón y sacarla cinco años después, en 2006, en el libro 'Watching the World Change', de David Friend.
Thomas Hoepker es un fotoperiodista alemán de reconocido prestigio, conocido por haber sido el primer reportero gráfico acreditado en la Alemania Oriental. Trabajó como cámara y productor de distintos documentales de la televisión alemana en la década de los 70. Tiempo después, comenzó a trabajar para la agencia Magnum y reporteó la vida neoyorkina durante varios años. Entre 2003 y 2006 fue el presidente de Magnum. Uno de los premios más importantes de su carrera lo recibió de manos del ministro de Asuntos Exteriores alemán en 1999, por su película-documental 'Muerte en Cornfield', rodado en Guatemala. "No soy un artista, soy un creador de imágenes", dijo en referencia a la etiqueta que le impusieron los medios de comunicación.
La fotografía salió a la luz en el año 2006, cuando la cedió para el libro 'Watching the World Change' de David Friend. La polémica que había previsto 5 años atrás tuvo lugar en cuanto comenzó a circular. El columnista Frank Rich escribió en el New York Times acerca de la fotografía y opinó que se trataba de "una alegoría del fracaso de Estados Unidos" para aprender a tomar lecciones de aquel día. "Los jóvenes de la foto de Hoepker no son necesariamente insensibles. Son simplemente estadounidenses", dijo sobre la instantánea.
Sin embargo, otras voces afirman que se trata de una fotografía astuta. Jonathan Jones, periodista de The Guardian, escribió en 2011 que la imagen de Hoepker era "la única fotografía de ese día que hace valer el arte del fotógrafo". "Hoepker no podía esperar tal resultado: esta se destaca como una imagen más irónica, distanciada y por tanto ingeniosa. Quizá la verdadera razón por la que Hoepker no la sacó fue porque sería egoísta afirmar su propia astucia como artista en medio de una masacre masiva", opinó Jones.