Una de las peores consecuencias del coronavirus (además, por supuesto, de las físicas) ha sido no poder ir a ver a las personas que queremos. Recordar aquellos meses de confinamiento primaveral remueve recuerdos negativos, en los que nos comía la incertidumbre por las condiciones en las que nuestros mayores estaban pasando tanto tiempo aislados en las residencias. Poder verlos sanos y salvos después de tanto tiempo fue una inyección para afrontar la 'nueva normalidad' y los próximos tiempos, marcados por la pandemia. Pero ¿imaginas pasar más de 200 días sin ver a tu madre, padre o pareja en un contexto tan complicado?
La residencia Rosecastle, ubicada en Brandon, Florida, Estados Unidos, publicó hace unos días el reencuentro más emotivo que se recuerda en tiempos de pandemia. Sucedió allí mismo, en el salón del centro. Joseph y Eve, una pareja de octogenarios, llevaban 215 días sin verse cara a cara. Joseph se encontraba en proceso de rehabilitación y su aislamiento le impidió acercarse durante cerca de 7 meses con su mujer Eve, recientemente internada en la misma residencia.
Después de 60 años de matrimonio y un aislamiento que parecía no tener fin, se reunieron hace unos días por primera vez desde que dio comienzo la pandemia. Al parecer, según publicó la residencia en la red social Facebook, ambos pasaron los meses hablando por teléfono, incluso viéndose a través de las ventanas de la residencia. Llegado el momento, no pudieron contener la emoción ni reprimir las lágrimas y mostraron el cariño mutuo que se tienen.
"Pensé que no llegaría este momento", dijo Joseph entre lágrimas al ver a Eve allí mismo, tan cerca de él. "Te he echado mucho de menos", "estás genial, te quiero mucho". Ella también confiesa haberle echado mucho de menos durante todo este tiempo, marcado por las restricciones de aforo, la mascarilla, la distancia social y, como en este caso, el aislamiento preventivo ante la posibilidad de contagio. Pero como demuestra este vídeo, ni una pandemia global puede frenar el poder del amor.
Lo cierto es que pasar estos tiempos en compañía ayuda a llevar la situación de una forma más sana desde el plano mental. En Uppers ya contamos la historia de Dionisio e Isabel, una pareja que había sido ingresada por coronavirus el pasado mes de abril y que pasó los días de ingreso hospitalario en la misma habitación. Compartir habitación, siempre que su estado se lo permita, es para las parejas la opción más saludable. El Hospital Universitario La Paz, en Madrid, corroboró en su momento esta afirmación, al señalar que se estaba llevando a cabo esta práctica al ser "una forma de aliviar la sensación de aislamiento y de poder mantener contacto con ese ser querido".
Desde el hospital afirman que la actitud positiva es clave para revertir una situación complicada desde el plano inmunológico. Isabel anima a Dionisio y Dionisio anima a Isabel. "Cuando uno cae, el otro le levanta. Si uno llora, el otro le consuela. Y si ríe uno, acaban riendo los dos", destaca el personal sanitario del Hospital La Paz, que ve en esta forma de pasar la cuarentena un alivio para muchas personas, mucho más sana desde el plano mental que un aislamiento tan severo.