Tarde de pánico en todo el mundo. Facebook, WhatsApp e Instagram permanecieron sin servicio desde las 15h hasta casi la medianoche. Ocho horas en las que corrieron las especulaciones sobre qué es lo que estaba pasando realmente. ¿Un ataque a todas las compañías de Mark Zuckerberg? ¿Un grave fallo técnico? En Twitter, donde fueron a parar los que no podían entrar en Facebook, se desató la conversación. ¿Qué fue lo que pasó realmente?
Por decirlo claramente: Facebook se borró de internet durante unas cuantas horas. Si hubieran querido hacer desaparecer su negocio para siempre, lo que hicieron ayer por la tarde hubiera sido el mecanismo que posiblemente hubieran utilizado. Tal es así, que hasta el propio nombre en internet, Facebook.com, salió a la venta durante unos pocos minutos. Todo dejó de existir, y todo se debió a un error humano.
Para hacerse una idea de lo que ocurrió, según la versión aportada por Facebook, hay que pensar en cientos de routers, bastante más grandes que los que tenemos en casa, distribuidos por todos los centros de datos que Facebook tiene por Estados Unidos y por el mundo. Estos routers tienen la misión de conectarse entre sí y poder establecer comunicación entre un centro de datos y otro, haciéndose consultas y balanceando las cargas de tráfico para que ninguno se sature, en términos generales.
Según la nota de prensa emitida por Facebook, lo que falló inicialmente fue esta comunicación. "Nuestros equipos de ingeniería han averiguado que los cambios de configuración en los routers de la red troncal que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos causaron problemas que interrumpieron esta comunicación. Esta interrupción del tráfico de red tuvo un efecto en cascada en la forma en que se comunican nuestros centros de datos, lo que provocó la interrupción de nuestros servicios". A partir de ahí, todo cayó como un castillo de naipes.
Estos fallos en cadena de los que hablan en Facebook se vieron reflejados también en las DNS. Estas son como unas grandes traductoras que se encargan, por ejemplo, de traducir el dominio Uppers.es en un número, en una IP, tipo 85.162.24.1, que es lo que le va a llegar al servidor, el lugar donde está alojada la información de la página web. Cuando llega ahí, este va a procesar lo que el usuario quiere y se lo va a devolver. Primero en forma de IP, y cuando pase por la DNS en forma de dominio. Un camino a la inversa.
Si estas DNS dejan de funcionar, como pasó ayer, lo que ocurre es que hay una falta de entendimiento entre los distintos procesos. Nosotros podemos estar 'hablando en español', pero el servidor 'solo entiende japonés', y sin esa DNS, sin esa traductora, no hay nada que hacer. Por eso, la caída del servicio se demoró también en el tiempo, porque las DNS tardan un tiempo en volver a estar disponibles una vez el servicio se ha restablecido en origen.
En todo este proceso también hubo otra desaparición, las de las rutas BGP. Cuando un usuario hace una petición a una página web, hay todo un camino trazado que indica a los distintos sistemas por dónde tienen que ir para recolectar esa información. Un mapa de carreteras perfectamente definido.
Pues bien, la caída de los servicios de Facebook también provocaron que todas las rutas BGP de Facebook, Instagram y WhatsApp desaparecieran de internet. No existieron durante minutos, horas. No había rastro de ellas. Por eso se dice también lo de que "Facebook se salió de internet", porque ningún sistema sabía en esos momentos qué era Facebook y cómo podía entrar en "eso". Al borrar esto, sus DNS se volvieron locas.
Al no tratarse aparentemente de una brecha de seguridad o de un hackeo a gran escala, Facebook ha comunicado que quieren dejar claro que "en este momento que creemos que la causa principal de esta interrupción fue un cambio de configuración defectuoso. Tampoco tenemos pruebas de que los datos de los usuarios se hayan visto comprometidos como resultado de esta interrupción.
El patrimonio estimado de Mark Zuckerberg, fundador y consejero delegado de Facebook, se redujo este lunes en unos 6.000 millones de dólares (5.165 millones de euros) a consecuencia principalmente del desplome de las acciones de la popular red social después de los problemas sufridos ayer por WhatsApp, Facebook e Instagram, todas propiedad de Facebook, cuyos servicios se han reanudado finalmente tras varias horas sin funcionar.
Según los datos del Bloomberg Billionaires Index, la fortuna personal de Zuckerberg se hundió este lunes hasta los 122.000 millones de dólares (105.039 millones de euros), lo que supone una caída de 6.110 millones de dólares (5.260 millones de euros) respecto de la sesión anterior.
De este modo, el fundador de Facebook ha perdido una posición en el ranking de los más ricos del mundo y ahora es quinto, justo por detrás de Bill Gates, Bernard Arnault, Jeff Bezos y Elon Musk, quien encabeza la lista, como se puede ver en el siguiente vídeo.