Madrid, 1958. En ese año nacía Miguel López-Alegría, de padre español y madre estadounidense que a temprana edad se mudó con su familia a vivir a Estados Unidos y con 11 años vio cómo el hombre llegaba a la Luna sin saber que años después sería él mismo el que pondría rumbo al espacio como astronauta. Fue el primer astronauta español de la historia y ahora volverá a viajar más allá de nuestra atmósfera en la primera misión privada a la Estación Espacial Internacional (EEI) de la mano de Space X, la compañía de Elon Musk.
López-Alegría entró en la Marina de los Estados Unidos y posteriormente se graduó en Ingeniería de Sistemas en la Academia Naval en 1980, continuando luego con otros estudios de postgrado, entre ellos un máster en Ingeniería Aeroespacial. Pese a vivir la mayor parte de su vida en Estados Unidos, pasó a la historia por ser el primer nacido en España en viajar al espacio.
En total realizó varias misiones con el transbordador espacial y otras con la Soyuz rusa entre 1995 y 2007, en total 257 son los días que ha pasado el astronauta de nuestro planeta. En 1995 se embarcaba en su primera misión espacial con la NASA, la STS-73, más tarde lideró durante varios años la oficina de Operaciones de la tripulación de la EEI hasta volver en varias ocasiones más al espacio, la última en 2007.
Aquella pensó que sería la última vez que estaría en el espacio. En 2012 abandono la NASA y, según cuenta a La Razón, empezó a "trabajar con una Asociación que representaba a muchas empresas en el ámbito de espacio comercial, entre ellas Space X", con la que ahora volará como comandante de la misión Ax-1, la primera privada, junto a otros astronautas con los que estará realizando diferentes experimentos científicos en la EEI durante 10 días. Tras varios retrasos, por fin hoy saldrán rumbo al espacio.
"El entrenamiento ha sido bastante intensivo. Consiste más bien en elaborar estudios y experimentos. Tenemos que aprender cómo funcionan los sistemas, tanto de la IECC como de la cápsula Space X Crew Dragon, cómo funciona el conjunto y cómo hay que reaccionar cuando hay alguna avería", explicaba a la entrevista citada.
El astronauta comenta que hasta que dejó su profesión, no fue consciente de que era mucho más que un trabajo, "era una experiencia excepcional. Me siento muy afortunado de poder hacerlo de nuevo".
De su vida privada ha sido siempre muy discreto, se casó con la suiza Daria Robinson, con la que tiene un hijo de 22 años, a quienes más extrañaba cuando era astronauta. Durante todo este tiempo ha trabajado con empresas del ámbito espacial, algo que le ha permitido ser el comandante de la misión Ax-1, gestionada por Axiom Space.