España es un país de dichos, refranes, expresiones y frases hechas que se cuelan casi sin pretenderlo en nuestras conversaciones por lo interiorizadas que las tenemos, aunque nunca se deja de aprender algunos nuevos que son más típicos de unas zonas de España que de otras. Lo que muchas veces ocurre es que parte de esas expresiones las usamos sin problema y conocemos el contexto ideal para su uso, pero no su origen, por qué se utiliza. Una de las que más repetidas en España es eso de 'quedarse en agua de borrajas', muy utilizada cuando no se consigue algo, pero ¿sabes qué son las borrajas? ¿O cómo surgió la expresión popular?
La expresión, cuenta el Centro Virtual Cervantes (CVC), es "idónea para definir un estado de completa decepción". No obstante, aunque la frase está popularizada con las borrajas, lo cierto es que en su origen se utilizaba otra palabra, 'cerrajas'. Ese origen se debe a que la planta generaba muy poca sustancia para las infusiones de la hierba, por lo que tiene todo el sentido con la expresión que se utiliza mayoritariamente en la actualidad.
Poco a poco la expresión derivó en utilizar 'borrajas' en lugar de 'cerrajas', dice el CVC que en parte porque "la mayoría de los hablantes prefiere que la borraja sea la planta que se postule como insinuadora de frustraciones". No obstante, queda por aclarar por qué la borraja tiene cabida en la expresión. La teoría principal viene por parte del embarazo, ya que durante una época hubo una creencia popular que trascendió y que decía que si una mujer pisaba la hierba para obtener el agua o tomaba ese caldo una vez había sido hervido podía quedarse embarazada.
Un mito, desde luego, que se expandió y que resultó no ser cierto, por lo que así la expresión evolucionó cambiando una planta por otra, también por la mayor fama de la borraja frente a la cerraja.
La borraja es una planta que tiene su origen principalmente en el norte de África que también está presente en otras zonas mediterráneas o de Asia Menor. Esta hierba pertenece a la familia de las borragináceas, que cuenta con una altura de entre 20 y 60 centímetros, con un "tallo grueso y ramoso, hojas grandes y aovadas, flores azules dispuestas en racimo y semillas muy menudas", define la Real Academia Española.
La planta es comestible, pero se utiliza principalmente como infusión, siendo habitual su cultivo en Navarra o en Aragón, pero desconocida más allá de la expresión en el resto de España.