Felipe González llegó a la Presidencia del Gobierno con 40 años y Aznar lo hizo con 43. Zapatero tenía 44 cuando se mudó a La Moncloa y Rajoy, 56. Edades diferentes, pero con algo en común: el empleo del traje y la corbata como un símbolo de poder. El fin del bipartidismo, que comenzó con la aparición de Podemos, Ciudadanos y VOX, traía a la política española caras nuevas y jóvenes. Los treintañeros hicieron suyas las urnas. También nuevos estilos y unas normas estéticas que hasta entonces eran impensables en el Congreso pero sí llenaban la calle: chupas de cuero, deportivas y camisetas. Sin embargo, parece que la situación política se recoloca de nuevo hacia cierto bipartidismo y políticos con más madurez y experiencia. Repasamos la edad de los principales líderes actuales para completar el mapa demográfico de la política española.
En los últimos 700 días, la primera línea política ha dado un cambio radical. En mayo de 2021, Pablo Iglesias abandonaba la política tras las elecciones de Madrid: lo hacía a los 42 años y tras un ascenso y descenso meteórico. Otro de los líderes carismáticos de los nuevos partidos, Albert Rivera, hacía lo propio tras las elecciones de noviembre de 2019. Tenía 40 años. Ahora, cuatro después, también ha abandonado de forma abrupta el bufete de abogados que lo fichó tras su retirada. El único del trío que resiste (y lo hace con fuerza fijándonos en los resultados electorales de Castilla y León) es Santiago Abascal, el mayor de los tres, a sus 45 años.
En plena vorágine de nueva política, el Partido Popular decidió poner al frente a rostros más juveniles de lo que estaban acostumbrados en su seno. Hablamos de Pablo Casado, de 41 años, y Teodoro García Egea, de 37. Una estrategia que, tras lo acontecido en las últimas semanas, parece dar otro giro de 180 grados. Ahora es Feijóo, que tiene 60 años, el que toma las riendas del partido.
Por su parte, Pedro Sánchez roza los 50 y Yolanda Díaz (posible futura líder de Unidas Podemos en las próximas elecciones) cumplirá en mayo 51. ¿Se trata del comienzo de una nueva tendencia hacia la política clásica de líderes más maduros? Siguiendo el listado de Los 50 Políticos más influyentes de 2022, elaborado anualmente por la Fundación Marqués de Oliva, analizamos la edad de los representantes españoles.
Podemos es la formación que más ha apostado por rostros jóvenes y, al formar parte del Gobierno, los que han conseguido cargos de primera línea con menor edad. La ministra de Igualdad, Irene Montero, tiene 34 años, la misma edad que el diputado popular Diego Gago. Dos más, 36, tiene el ministro de Consumo, Alberto Garzón y 37 el que hasta ahora era mano derecha de Casado, Teodoro García Egea.
En esta década está también el diputado de las Cortes Generales, Iñigo Errejón, de 38 años. Otras voces se atisban como potentes, como la de Juan García-Gallardo, de VOX, el candidato a la presidencia de Castilla y León y llave en la formación de Gobierno tiene 31 años. O Eduardo Fernández Rubiño, de 30, diputado de Más Madrid de la Asamblea de Madrid.
La edad del todo o nada para nuestros políticos. Empezando por el abatido Pablo Casado, que deja la cúpula del PP a los 41 años, en el otro lado de la balanza tenemos a Isabel Díaz Ayuso, que con dos años más se ha convertido en un fenómeno de masas. José Luis Martínez Almeida, el alcalde de Madrid, presume de sus 46, y Begoña Villacís, vicealcaldesa de Ciudadanos, de sus 44.
Más allá del gobierno local y regional de la capital, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, nació en 1981 (40 años). La misma edad que el ex director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España, Iván Redondo, y que el diputado de ERC, Gabriel Rufián.
Justo en el ecuador de esta década está Santiago Abascal, líder de VOX, tres años más, 48, tiene la presidenta de este partido en Madrid, Rocío Monasterio, que comparte año de nacimiento con Meritxell Batet y Reyes Maroto. No podemos olvidarnos tampoco de dos figuras clave del PSOE: por un lado, Susana Díaz pasea airosa sus 47 y, por otro, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ya peina las canas de sus 49, a punto de los 50 este 29 de febrero.
Los cincuentañeros siguen teniendo un peso muy importante en nuestra representación política y es que la experiencia sigue siendo un grado. El presidente andaluz, Juanma Moreno, tiene 51, un año más Oriol Junqueras y los 53 los lucen grandes voces nacionales como el presidente castellano manchego Emiliano García Page, la vicepresidenta Nadia Calviño o el secretario general de VOX, Javier Ortega Smith.
Más adentrado en la década está el que ha sido ministro de Sanidad durante la pandemia, Salvador Illa, que a los 55 ha regresado a su Cataluña natal para ser el jefe de la oposición. Un año más tiene la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el presidente castellano leonés en funciones, el popular Alfonso Fernández Mañueco, empatado con el ministro Fernando Grande Marlaska.
Todas las voces apuntan a Feijóo como el sucesor de Pablo Casado en el Partido Popular y con él inauguramos nueva década. Muchos de los políticos más importantes del panorama actual son también de su quinta, casi todos nombres que empezaron en los partidos en su juventud. Desde Urkullu (60), pasando por Guillermo Fernández Vara (63), José Luis Ábalos (62) y hasta Margarita Robles (65) o Carmen Calvo (64). Todos son veteranos, pero siguen en lo álgido de su carrera sin vislumbrar, al menos de momento, la jubilación.
Lo mismo les pasa a otras figuras de primera línea como a José Félix Tezanos, presidente del CIS a los 75 años, Isabel Celaá (72), exministra de Educación y ahora embajadora española en el Vaticano o al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, al que le quedan unos meses para cumplir los 80 y convertirse en uno de los grandes veteranos en activo de la política española.