A primera vista no es una unión natural. El skateboard, deporte del que Vans es promotor, siempre ha tenido una vinculación callejera, próxima a la cultura hip-hop y, por tanto, al rap. Foo Fighters no se encuentra en esa esfera. Dave Grohl y su grupo son una banda de rock alternativo, que cosechó su éxito en la década de los 2000. Pero la moda (y el marketing) siempre nos sorprende. Con motivo del 25 aniversario de la banda, Vans y Foo Fighters han anunciado una colaboración con unas zapatillas exclusivas.
La cuenta oficial de Instagram de la marca de ropa, que suele vestir a 'skaters' y 'surfers' publicó ayer un vídeo en el que ya se puede ver cómo será el modelo. Se trata de unas zapatillas negras con cordones blancos. Sin embargo, diferenciándose de los diseños que les caracterizan (zapatos bajos, casi rasos, donde el tobillo va muy al descubierto, pensadas para llevar calcetines bajos o incluso invisibles), esta vez han elaborado una prenda más alta, que cubre la mitad de la espinilla.
En los laterales están serigrafiadas las iniciales del grupo (FF) con la tipografía característica del grupo (la doble F con aspecto de siete). Estas letras vienen en color blanco; por el momento, se desconoce si será un diseño único o se lanzarán más modelos con diferentes colores y detalles. En la parte del talón encontramos el nombre del grupo en rojo fuego: la zapatilla izquierda 'Foo' y la derecha 'Fighters'. La lengüeta guarda la esencia e incluye el nombre de la marca.
Por el momento se desconoce tanto el precio de salida como la fecha del lanzamiento, pero atendiendo al lanzamiento del nuevo disco de los de Dave Grohl ('Medicine at Midnight'), previsto para el próximo 5 de febrero, podría salir para entonces. Será el álbum de estudio número 10 de la banda de Seattle, Washington, Estados Unidos, que ha acumulado prestigio y devoción de los fans con éxitos como 'Everlong', 'The Pretender', 'Walk' o 'Best of You'.
De hecho, la banda sacó a la luz el segundo adelanto del nuevo disco, 'No Son of Mine', el pasado 1 de enero. Meses antes, el 10 de noviembre, habían regalado a sus fans el primer 'single', 'Shame Shame', que previsiblemente formará parte del disco. En ambos se ve una clara tendencia hacia su versión más rockera, aunque respetando el tono más tranquilo y melódico de algunos de sus 'hits' más sonados. Se trata de una versión actualizada de la música de la banda que respeta, al mismo tiempo, los orígenes de la misma.
Además, se resisten a seguir las dinámicas de la industria musical, marcada por el 'single' y el potencial audiovisual. Si bien han liberado algunos sencillos desde 2017, fecha de su último álbum de estudio, se han resistido a abonarse a esta nueva tendencia y, por el contrario, han espaciado mucho sus nuevos trabajos, siguiendo los patrones de trabajo de las bandas más longevas. Siguen siendo, por tanto, ese grupo que, ante los ritmos frenéticos de las discográficas y la industria, se toman su tiempo para sacar su música.