"La jaula se ha vuelto pájaro / Qué haré con el miedo". Los versos de la poeta argentina Alejandra Pizarnik podrían explicar el proceso por el que una cárcel puede convertirse, también, una espacio de libertad. Con sus vértigos, sus miedos, sus frustraciones sin duda, pero libertad al fin. Así lo entendió hace ya 38 años la entonces funcionaria de Instituciones Penitenciarias, Elena Cánovas. "Por ese entonces realicé mis estudios de Arte Dramático en la RESAD y una vez graduada le propuse a la directora de la prisión que me permitiera crear un taller de teatro. Era todo un experimento y ella aceptó. No podíamos imaginar que nos encontrábamos en los inicios de esta larga y apasionante aventura" afirma la hoy directora.
Mucho ha llovido desde entonces, Que se pueda formar una compañía en el exterior con mujeres en libertad, que ya habían formado parte del taller de teatro, logrando su completa reinserción social
¿Por qué elegisteis en esta ocasión la obra 'Las hijas de la Comedia'?
A petición nuestra, la autora Julieta Soria, que ya había escrito “Descalzas” para esta compañía, volvió a crear este texto delicioso sobre las vicisitudes de una compañía de comediantas del siglo XVII, pues habíamos sido invitadas a participar en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. “Hijas de la Comedia” fue dentro del festival todo un éxito.
¿Qué otras obras habéis montado?
Hemos realizado más de 50 montajes a lo largo de estos casi 40 años. Al principio obras cortas y de carácter popular para, posteriormente, irnos adentrando en textos de mayor complejidad. Hemos construido textos propios a modo de creación colectiva, y también Yeses ha representado obras de autores afines a nuestra sensibilidad e inquietudes. Hubo en la compañía un antes y un después con la obra: “Mal bajío”, Premio Accésit Calderón de la Barca. Fue un montaje polémico pues mostraba, con naturalidad un tanto descarnada, la vida en una cárcel de mujeres. Otro montaje importante fue “La balada de la cárcel de Circe” que trata sobre la vida de estas mujeres antes de dar con sus huesos en la cárcel. “Libertas, libertatis” fue un encargo del Forum de las Culturas de Barcelona. Hemos hecho adaptaciones: “La asamblea de las Mujeres” de Aristófanes y “El don más preciado que nos dieron los cielos” basado en el Quijote de Cervantes. Por la compañía han pasado cerca de mil mujeres que para todas ellas el teatro les ha abierto un camino para afrontar su vida con seguridad y autoestima.
¿Por qué no queríais que fuese 'sólo' un taller?
No queríamos que el trabajo teatral quedara circunscrito allí dentro. Se hace teatro para mostrarlo al mayor público posible, queríamos ser igual que una compañía libre con la peculiaridad de que los ensayos se hacían en la cárcel. Para ello solicitamos la colaboración de actores con el fin de que interpretaran, junto con las actrices de la cárcel, los papeles masculinos de las obras.
¿Qué les da el teatro a las reclusas?
Orientación. Saberse y sentirse útiles en un proyecto enriquecedor e ilusionante. El acceso a la cultura a través de la literatura dramática. El valor de la disciplina y del trabajo en equipo donde todos somos importantes, necesarios, y donde emergen cualidades como el respeto, la solidaridad y la tolerancia. El teatro les enseña a convivir y les prepara para saber, en un futuro, qué hacer con su propia vida.
¿Y las reclusas al teatro?
Espontaneidad, frescura en la interpretación, las actrices YESES carecen de gestos previsibles, de tics. Con esfuerzo y tesón aportan al personaje emociones vividas, algunas veces en situaciones límite producto de su azarosa vida. Son un ejemplo de transformación positiva.
¿Notas que ha mejorado su autoestima?
Creo firmemente en el poder transformador del teatro, lo digo por experiencia, me avalan unos cuantos años desde la fundación de la compañía. Además sigo manteniendo relación con gran parte de ellas cuando están en libertad y cuentan, en la distancia, la tabla de salvación que supuso hacer teatro cuando se encontraban entre rejas.
Tres retos para convertir a alguien que no ha estado nunca en contacto con el teatro en una actriz
Transmitirle mi pasión por el teatro. Ganar su confianza a través de la empatía, porque solo así va a ser capaz de crear y volcar sus emociones al personaje. Crear un clima cálido, próximo y solidario donde se sienta apoyada por el grupo, sin que ello suponga dejación de su responsabilidad individual. Tratar de establecer un compromiso donde la actriz pueda ver resultados propios y del grupo.
¿Por qué tipo de delitos están en la cárcel de Alcalá?
Están principalmente por delitos contra la salud pública.
¿Entre qué edades están?
La mayoría son jóvenes, entre 20 y 40 años.
Lo más duro de una cárcel
La privación de libertad es dura y amarga. Ya lo expresó Oscar Wilde cuando estuvo preso en la cárcel de Reading: “Yo no sé si las leyes tienen razón o están equivocadas, todo lo que sabemos nosotros, los presos, es que el muro es sólido, y que cada día es como un año, un año cuyos días son largos”. A la pérdida de libertad, lejos de tus familiares y amigos, hay que añadir el problema de la convivencia.
Algo a lo que te acostumbras más rápido de lo que parece
Quieras o no te acostumbras a la monotonía de la vida en prisión: a los horarios, el ruido de las sirenas, la comida, los recuentos, los “chapes” cuando te cierran la puerta de la celda. Pero también hay actividades donde trabajar, estudiar y aprender lo que las circunstancias no te habían permitido fuera; un tiempo de reflexión para intentar recomponer, en lo posible, esa etapa dura de la vida.
De lo que más orgullosa te sientes como directora
De conducir este complicado pero apasionante proyecto teatral que se ha visto reconocido a través de importantes premios.
Una sorpresa que te has llevado en este tiempo y que no esperabas
Hablando de reconocimientos, la sorpresa se produjo cuando un representante de la SGAE me comunicó por teléfono la concesión del Premio MAX. Fue emocionante y espectacular acudir a recogerlo con actores y actrices de la compañía.
También cuando nos invitaron a participar por primera vez en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, la entrada de las actrices y posterior actuación -en ese espacio entre sagrado y mágico que es el Corral de Comedias-, resultó maravilloso e inolvidable.
Un deseo para la compañía en cinco años
Que sigamos trabajando y creciendo, y que Yeses sea como una compañía más. Que a las integrantes de la compañía se las vea como lo que son: mujeres actrices que trabajan en un medio difícil, con tesón y entusiasmo, para sacar sus espectáculos adelante. Que las instituciones apoyen este proyecto único por sus características:
¿Delante de qué personaje famoso os gustaría actuar?
De la escritora Rosa Montero y de la reina Letizia, dos mujeres con una gran sensibilidad social.