¿Escuchas eso? Es el silencio de tus Cds criando polvo en la estantería. Pero no te sientas culpable, como tú, la mayoría de los que atesoramos los discos dobles de U2, las primeras ediciones de los álbumes de Radiohead que se convirtieron en clásicos o la caja con las seis temporadas de 'Perdidos', hace ya tiempo que pasamos de ellas. Todo está en esa plataforma musical, o en esa otra de video, o en cualquiera de aquellas, de series y películas. Y todo está está en tu movil. ¿De verdad vas a seguir cargando con el peso de la nostalgia?
Las colecciones, las viejas colecciones de tus discos y películas favoritas, son como esos familiares que no ves desde hace mucho tiempo, pero que sabes que están allí: reconforta solo sentirlos cerca y quieres que sean parte de tu vida para siempre. ¿También es es su destino dejarnos algún día? Vamos a intentar definir algunos pros y algunos contras.
Admitámoslo: son un montón de plástico. Pero aún peor que el tiempo que tardarán en degradarse es el espacio que ocupan en tu casa. Además, a estas alturas de tu vida te habrá tocado mudarse ya unas cuantas veces ¿te quieres arriesgar a volver a cargar esas cajas una vez más? Piensa que hay gente que se ha sacado una pasta vendiendo esas viejas colecciones a otra gente con más tiempo, más dinero o más espacio.
¿En su día te pareció una idea genial invertir en la caja con todas las versiones posibles de 'Blade Runner'? Ok. Ahora tal vez sea mejor vendérsela a otro pedazo de friki y pagarte unos mesecillos de la plataforma en la que puedes verlas todas. ¿Y la colección con todos los discos de Los Beatles que te compraste en los 2003 pensando que está vez sí, finalmente, era la definitiva, porque claro, quién diablos iba a pensar que veinte años después los desgraciados iban a sacar una nueva canción? ¿Quieres volver a pasar por eso?
En conclusión, no hace falta que conserves el pesado maletín con tooodas las películas de James Bond (hasta Pierce Brosnan, claro) o la caja con 11 CDs de David Bowie (que comprende solo 5 años de su discografía). Deja tu fetichismo a un lado, hazle un favor al planeta y deshazte de esos malditos chismes.
¿Pero es que no tienes corazón? ¿Qué clase de ser abyecto y desalmado tiraría a la basura las artes, librillos y extras de la 'box set' de los discos de Bob Dylan publicados en años impares? ¿De verdad vas meter en el contenedor la serie completa de Los Soprano? Dejemos a un lado el componente emocional que tienen todos y cada uno de esos objetos -puedes recuperar tu vida afectiva anual solo en base a los discos que te dabas el trabajo de ir a comprar en una tienda, las películas que te regalaron tus amigos y las series que te acompañaron a tus primeras 'maratones' de sofá y mantita- y, antes de que sigas con el tema medioambiental, te recordamos que, como nos contaba el dibujante a Philippe Squarzoni en esta entrevista , eso de que el almacenamiento en la 'nube' es más 'verde' es una farsa, porque la 'nube' son hectáreas y hectáreas de servidores que consumen agua y energía y producen calor y deshechos tecnológicos. ¿No tiene más sentido, precisamente, conservar esos vinilos, esos Cds dobles y esas películas robadas en Blockbuster a buen recaudo que tirarlas a los vertederos?
En conclusión. sí, en un Kindle puedes tener una biblioteca entera pero ¿acaso ves a la peña quemando libros como si fuéramos Nazis? Y por último, las plataformas tienen (casi) de todo, pero te en realidad te venden una falsa idea de libertad porque son los algoritmos los que deciden por tí lo que puedes 'escoger'. Sal de la Matrix (tienes los tres discos y sabes que la última no vale la pena) y vuelve a meter tu disco físico en ese reproductor. Por si no te diste cuenta, si algo nos enseña 'Dejar el mundo atrás', la cinta apocalíptica sobre el gran apagón, es que cuando llegue la desconexión, la única forma que tendrás de de volver a ver 'Friends' es si tienes contigo esas pequeñas superficies redondas y brillantes que, precisamente, contenían el mundo.