La popular historia del 2 de mayo en Madrid: la fecha que marcó un hito en el devenir histórico de nuestro país
Cada año el 2 de mayo es festivo en Madrid porque la fecha marcó un hito en el devenir histórico de nuestro país
En toda la ciudad se produjo el levantamiento del pueblo contra la ocupación que había llevado a cabo el ejército francés a las órdenes de Napoleón I
Napoleón: errores históricos de la película de Ridley Scott
El 2 de mayo es una fecha que en 1808 marcó el futuro de nuestro país y por ello cada año es festivo en la capital. Ese día fue el inicio de la Guerra de la Independencia Española; el pueblo madrileño se levantó contra la ocupación francesa en una contienda que se prolongó hasta 1814. En Uppers hemos querido recordar la historia del 2 de mayo en Madrid, sin embargo, para entenderla hay que echar marcha atrás en el tiempo.
Todo comenzó en noviembre de 1807 cuando más de 20.000 soldados franceses entraron en España siguiendo los planes de Napoleón Bonaparte, que unos años antes se había proclamado emperador de Francia bajo el nombre de Napoleón I. Supuestamente pretendía reforzar nuestro ejército para conquistar Portugal y después repartir la nación lusa entre Francia y España tal como ambos países habían firmado en el Tratado de Fontainebleau. En realidad, Napoleón quería anexionarse también nuestro país junto a su imperio colonial en América al igual que controlar el acceso al Mar Mediterráneo. En el trono español estaba Carlos IV, al que no le interesaba gobernar y había dejado esas funciones en manos de su primer ministro Manuel Godoy, que además era amante de la reina María Luisa de Parma.
MÁS
En un principio, los españoles permitieron la llegada de las tropas francesas hasta que en febrero de 1808 se desencadenaron los primeros actos de rebeldía del pueblo. Ya a mediados de marzo se originó el motín de Aranjuez, una revuelta popular respaldada por uno de los hijos de Carlos IV, el futuro Fernando VII, contra los acontecimientos y la situación que se estaba viviendo en el país y que había consentido Manuel Godoy. El rey lo destituyó y Godoy salió inmediatamente del país ante el riesgo de que el pueblo tomara represalias contra él.
Por su parte, Carlos IV se vio obligado a abdicar en favor de su hijo, que se hizo llamar Fernando VII. La situación en todas las plazas estaba muy revuelta y, en abril, Fernando VII junto a otros miembros de la Casa Real se marcharon a Bayona, Francia. Al cargo de todo quedó una Junta Suprema de Gobierno del Reino, presidida por uno de sus hermanos, el infante Antonio. El pueblo alertaba de la incursión francesa e incluso en ciertas zonas se empezaron a tomar medidas defensivas a pesar de no contar con la aprobación del Gobierno central.
El Levantamiento del 2 de mayo
El 2 de mayo de ese mismo año 1808 las autoridades francesas ordenaron que los últimos miembros de la familia real desalojaran el Palacio Real de Madrid, entre los que seguían viviendo en allí estaban otros dos hijos de Carlos IV, los infantes María Luisa y Francisco de Paula. Ante todos esos acontecimientos los ciudadanos de Madrid salieron a las calles y empezaron a agolparse frente al Palacio Real y a protestar porque no estaban de acuerdo en que se llevaran a los infantes.
A continuación, un batallón de granaderos disolvió la muchedumbre pero la noticia corrió por todas las calles de Madrid hasta generar tal indignación entre los ciudadanos que reaccionaron violentamente contra los franceses. El pueblo entero “se arrojó a las calles en un levantamiento repentino, inesperado y devastador” pasando a la historia como el Levantamiento del 2 de mayo. Así comenzó la Guerra de la Independencia frente a la invasión francesa, el motivo por el cual esta fecha se conmemora cada año en Madrid.
Al día siguiente, Joaquín Murat, nombrado lugarteniente general del Reino y presidente de la Junta Suprema de Gobierno, decidió castigar duramente ese levantamiento popular para restablecer el orden y fusilar a todos aquellos vecinos que fueran apresados y que portaran un arma. Tal como cuentan las crónicas, en aquella época era muy común que los ciudadanos y sobre todo los artesanos de la ciudad llevaran una navaja, con lo que cientos de personas fueron arrestadas y condenadas a muerte sin la celebración previa de un juicio que pudiera exculparles. A su vez, el mismo día 3 de mayo, el alcalde de Móstoles Andrés Torrejón declara la guerra a los franceses y en otras poblaciones también empieza a haber levantamientos.
Al otro lado de los Pirineos tienen lugar las abdicaciones de Bayona el 5 y el 6 de mayo. Fernando VII devolvió la corona a su padre Carlos IV quien a su vez se la entregó al emperador Napoleón I, que designó a su hermano José Bonaparte como rey de España. Sin embargo, la guerra del pueblo español contra la invasión francesa ya había empezado y fue imposible detenerla.