La Ruta del Bakalao marcó un antes y un después en la historia de España, fue una de las fiestas más populares de los últimos 40 años. No se trataba solo de una fiesta, para muchos era un estilo de vida, una fiesta que pocos pueden imaginar hoy en día.
También conocida como Ruta Destroy, se trataba de un recorrido por las discotecas más populares de la Carretera del Saler, en Valencia, que duraba de viernes a lunes. Un total de 72 horas de fiesta, de manera ininterrumpida, y todo ello con una misma banda sonora: la música “mákina”. Este tipo de música se utiliza para denominar al hard techno y hard trance, estilos nacidos a principios de la década de los 80 en Alemania y que rápidamente se extendieron por Europa especialmente en Valencia.
Vicente Pizcueta, el director de la discoteca Barraca, fue el inventor de lo que en su momento llamó “la ruta de la destrucción”, aunque públicamente prefería referirse a ella como “festival valenciano”, ya que era un término más suave y comercial.
Espiral, NOD, ACTV, The Face, Spook, Puzzle, Heaven, Barraca y Chocolate eran las conocidas discotecas de la Ruta del Bakalao. La ruta tuvo su momento álgido en la década de los 90, para ir decayendo a finales de la misma, cuando todo este fenómeno estaba ya demasiado desvirtuado y fuera de contexto. Las primeras discotecas que cerraron fueron NOD y Espiral en 1995. Incluso The Face, que fue parte de este escenario, también cerró y, actualmente, es un lugar abandonado ocupado por personas sin hogar.
A pesar de que muchas de ellas echaron el cierre, en la actualidad hay dos que siguen abiertas y, aunque han sabido adaptarse a las necesidades del ocio nocturno actual, su esencia sigue viva, hablamos de Chocolate y ACTV que se cambió el nombre a Akuarela Playa.
Chocolate es un club con historia que se ha sabido reinventar y enfrentar, en todos estos años, a las dificultades propias del sector. Esta fue la primera discoteca en programar conciertos a partir de las 7 de la mañana, algo inédito por aquel entonces y que además suponía una continuación a la sesión nocturna. En noviembre del 2004 la discoteca cerraba, una fecha histórica que reunió a todos los DJ´s que en algún momento pincharon en ella.
Tal fue el evento que la discoteca empezó a hacer sesiones puntales para no tener que cerrar sus puertas definitivamente. Cambios de dueños, crisis económicas, la mítica discoteca ha sabido perpetuar su espíritu hasta el día de hoy. La última tecnología, sesiones innovadoras y la esencia de Chocolate siguen vivas en las sesiones que preparan una vez al mes.
La discoteca ACTV se cambió el nombre a Akuarela Playa y es ahora un lugar de referencia de la noche valenciana, que ha sabido también reinventarse con las sesiones de tardeo. “La terraza junto al mar más divertida de Valencia”, aseguran desde las redes sociales de la discoteca.
A pie de playa es un “must” de la tarde-noche valenciana, un resquicio de aquello que fue la época dorada de la Ruta del Bakalao.