El curioso robo de Erik el Belga hace 40 años: así desvalijó la Colegiata de Toro y ayudó a recuperar obras después
Erik el Belga, el mayor ladrón de arte del mundo, robó más de 6.000 piezas
Ahora la Colegiata de Toro de Zamora ha recuperado cinco obras sustraídas hace 40 años
El ladrón, fallecido en 2020, ayudó a recuperar miles de piezas tras un acuerdo con las autoridades para su libertad
Lo recordarás a la perfección. Quizá no como René Alphonse van den Berghe, su nombre real, pero cuando lees Erik el Belga ya es otra cosa. Posiblemente sea uno de los ladrones de arte más famosos del mundo que durante décadas saqueó las grandes obras de arte de museos, pero principalmente de las iglesias. Hasta su retirada del mundo de los hurtos se calcula que pudo llegar a sustraer unas 6.000 obras de arte, y eso que fue detenido en varias ocasiones a lo largo de los años, la última en 1982, que le llevó a la cárcel y tras la que colaboró con las autoridades para la recuperación de muchas de las piezas robadas a cambio de su libertad. Ahora, después de 40 años del saqueo a la Colegiata de Toro, cinco obras de arte han vuelto a su lugar.
El encanto de robar arte
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Erik el Belga, nacido en Nivelles en 1940 en el país que le da forma a su apodo, murió en junio de 2020 y, pese a haber robado más de 6.000 a lo largo de los años que se dedicó a ello, cuando quedó absuelto por el acuerdo con las autoridades de gran parte de sus delitos ayudó a localizar unas 1.500 obras. Nunca escondió a qué se dedicaba, al contrario, cuando aparecía en los medios hacía alarde de ello. "He robado más de 6.000 obras: retablos, tallas, tapices, cuadros, orfebrería, libros, algunas de un valor incalculable", son solo algunas de las declaraciones del ladrón que recogía El País cuando lo recordaba el día de su fallecimiento.
Días antes de su muerte concedía una entrevista a El Mundo desde el hospital malagueño donde estaba ingresado y ciudad en la que residió parte de su vida sin renunciar a su nacionalidad belga para cobrar la paga por pertenecer al ejército En ella contaba algunas anécdotas, como la del robo de esmaltes del retablo de Aralar en Navarra en 1979 que se recuperaron dos años más tarde en Roma.
"El guarda, que murió, bebía mucho vino ; el guarda le ponía el vino que no se acababa en un barril y el perro se emborrachó. Entramos finalmente por aquella puerta grande, que no estaba cerrada".
En 2012 llegó a publicar sus memorias, con parte de ficción, 'Por amor al arte'. En ellas contó como en España se encontró un país rebosante de arte. "Robar dinero no tiene encanto, obras de arte sí. Me las habría llevado todas".
La recuperación de cinco obras
Dos años después de su fallecimiento y 40 tras su robo, cinco de los óleos que sustrajo de la Colegiata de Santa María La Mayor de Toro en Zamora han vuelto a su hogar. Cinco pinturas que representan, entre otros, temas de Festín de Baltasar, Jesús y la samaritana o San Miguel arcángel. Tras el robo, que fue denunciado, "la Dirección General de Bellas Artes y la Policía Nacional iniciaron las investigaciones, averiguando que los cobres habían sido vendidos y exportados ilegalmente a Alemania. Tras diversas gestiones, las pinturas fueron recuperadas y quedaron depositadas en el Museo Arqueológico Nacional", explicó José Ángel Rivera, delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura.
No obstante, a la Colegiata aún le queda encontrar la mitad izquierda de cobre que representa a Santa Cecilia tocando el órgano, de la que solo se ha recuperado la mitad derecha. Tras depositarlos en el Museo, ya han sido cedidos de nuevo al templo del que fueron sustraídos y se encuentran en su cámara acorazada.
De las cinco obras recuperadas, cuatro se le atribuyen al pintor José de Paz Ribera, un artista algo desconocido, mientras que la quinta pertenece a Cristóbal Vela Cobo, donde recrea a San Miguel Arcángel.