El artista Alberto Corazón ha fallecido a los 79 años. Diseñador gráfico, pintor, escultor y artista multidisciplinar, consiguió con su trabajo poner imágenes a una etapa de transición y cambio en España. Ha muerto en Madrid, donde nació y residió durante toda su vida, y a causa de complicaciones derivadas de un estado de salud ya debilitado.
Conocido sobre todo entre una generación a la que iluminó a partir de los 80 con sus ideas, formas y colores, su legado sigue vivo a través de diseños tan icónicos como el logo de la ONCE, de Biblioteca Nacional, Paradores, la iconografía de Cercanías RENFE, Junta de Andalucía, Mapfre, Círculo de Bellas Artes, Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Murcia, Hispasat, Tesoro Público o el mítico teléfono Domo de Telefónica.
Con su estudio de diseño cerrado desde la crisis de 2008, en sus últimos años de vida y entrevistas había hecho explícito el desencanto con la deriva socioeconómica del mismo país al que ayudó a imaginar con sus trabajos. "Hace unos años vivimos una apoteosis de la mediocridad. Mis clientes penalizaban la excelencia. Todo alrededor era mediocre. Decidí que no quería participar en esa ceremonia", contó a El País en 2015 al hilo de la exposición retrosprectiva sobre su trabajo en el Espacio Fundación Telefónica (Alberto Corazón. Diseño: la energía del pensamiento gráfico. 1965-2015). Centrándose en su última etapa vital en la pintura.
En redes sociales, coetáneos y amantes de la cultura le han rendido homenaje recordando algunos de sus trabajos y la trascendencia de estos para varias generaciones.