Cuando pensamos en Bilbao directamente se nos viene a la mente pasearnos por sus calles probando diferentes pintxos y el museo Guggenheim, ese lugar que es un visita obligada de la ciudad pero que a veces no pronunciamos del todo bien. El arte no solo están dentro, también fuera con la forma de su edificio y diferentes esculturas a su alrededor, una de las más famosas, Puppy, el cachorro de más de 12 metros de altura recubierto de flores que es uno de los símbolos de la ciudad y que ahora se encuentra en plena campaña de crowdfunding para su restauración.
La obra de Jeff Koons, que en octubre cumplirá 24 años dando la bienvenida a todos los visitantes de la ciudad y el museo, cambia dos veces al año de flores para adaptarse al clima, pero ha llegado el momento en el que la estructura de Puppy, el esqueleto interior que no vemos, debe renovarse junto a su sistema de riego para que el can siga intacto en la ciudad.
Lo que se pretende no es solo restaurar por completo la estructura interior para que "Puppy siga estando así de bien durante los próximos 25 años", según palabras de Juan Ignacio Vidarte, Director General del Museo, también deben cambiarse kilómetros de tuberías que rodean la estructura metálica y que forman parte de sistema de riego que mantiene sus flores y su aspecto a la perfección durante todo el año.
El interior de Puppy es todo un desconocido, armado con un andamio de 11 pisos y envuelto de tuberías y grifos que permiten el riego. Y luego una malla inoxidable que da la forma de cachorro gigante que tantos selfies ha protagonizado. Con la remodelación, se conseguirá una conservación más sencilla, un sistema de riego automatizado o un sensor de humedad para adecuarse a la climatología de cada momento. Por tanto, así llegará en perfectas condiciones al 25 aniversario del museo.
Para desarrollar esta reparación, el Guggenheim ha lanzado una campaña de crowdfunding, 'Da vida a Puppy', para cubrir los gastos que conlleva la reforma interior del perro más famoso de Bilbao, 100.000 euros, y que ya supera los 10.000 euros de recaudación. Pero, ¿quiere esto decir que si en otoño cuando se vaya a hacer la renovación no se ha alcanzado los 100.000 euros nos despediremos para siempre del cachorro de 12 metros? No, pues de no llegar a cubrir los gastos, el propio museo se hará cargo de abonar lo que falte. Puedes respirar tranquilo.
En todo caso, según la responsable de conservación del museo, Ainhoa Sanz, ha contado a Forbes, se respetará y mantendrá la idea del artista y, siguiendo su criterio, el propio Jeff Koons ha dado su consentimiento para realizar la reparación. Es más, ha desvelado que es él mismo el que aprueba cada uno de los diseños florales que se enfundan sobre la estructura de Puppy.
Los meses veraniegos será la única oportunidad para cualquiera que quiera aportar dinero para su restauración, ya que en los meses de otoño se llevará a cabo la reforma de Puppy porque, si no se arregla su interior, el perro más famoso de Bilbao podría desaparecer.