Es un dato que probablemente no conozcas, pero una vez introduces Matthew McConaughey en Google te aparece que el actor de 52 años nació en Uvalde, una localidad que hasta hace unas semanas era una total desconocida hasta que en ella se produjo un tiroteo que acabó con la vida de 19 niños y dos profesoras. Por ello, el actor ha dado un discurso en la Casa Blanca pidiendo a los políticos consenso en la regulación de armas para acabar con este tipo de masacres.
No obstante, el actor no habla de prohibición, sino de control y regulación. Él mismo es propietario de armas de fuego, por lo que aboga por un mayor control y leyes que permitan un uso responsable de las armas. "Estamos en una ventana de oportunidad en este momento en la que no habíamos estado antes, una ventana en la que parece que un cambio real, un cambio real puede suceder", dijo.
El intérprete ha pasado unos días en su localidad natal visitando y hablando con las familias afectadas por el tiroteo en la escuela. De esta manera, el discurso del actor ha sido bastante duro por la concreción de sus palabras sobre la matanza que se produjo en Uvalde. Una crudeza que comenzó cuando McConaughey expresó que los cuerpos de los niños tuvieron que ser identificados mediante pruebas de ADN o con prendas u objetos personales que sus padres pudiesen reconocer.
En concreto, una de las historias que contó fue la de Maite Rodríguez, una niña de 10 años que tenía claro que quería ser bióloga marina. "Llevaba unas deportivas Converse de color verde con un corazón que había dibujado sobre los dedos de su pie derecho porque representaban su amor por la naturaleza", dijo el actor mientras su esposa, Camila Alves, sostenía esas zapatillas en sus manos ante los presentes. "Esas deportivas resultaron ser la única prueba que podía identificar a Maite tras el tiroteo", puntualizó.
No fue la única historia personal que contó. También relató el caso de Alithia Ramírez, una niña que quería estudiar arte y de la que mostró un dibujo, o recordó a Irma García, una profesora que falleció en el tiroteo y que momentos después su marido murió de un ataque al corazón.
"¿Saben lo que todos los padres nos dijeron a Camila y a mí? Que quieren que los sueños de sus hijos perduren. Que sus sueños continúen, que se logre algo después de que se hayan ido. Quieren que la pérdida de sus vidas importe", explicó el actor en la sala de prensa de la Casa Blanca, puntualizando que es una "oportunidad única" para aprobar "leyes que no faciliten que los malos obtengan estas malditas armas".
Según el actor, la sociedad estadounidense está unida, más que los políticos, y reclaman una posesión responsable de armas, señalando que es necesario aumentar la edad para poder adquirirlas o controlar con más precisión los antecedentes penales.