William James, más conocido como Bill Murray ha entrado en su particular día de la marmota. El cómico que tanto hiciera reír a distintas generaciones ha visto como su carrera se está derrumbando por momentos como si de un castillo de naipes se tratara. Para entender qué ha pasado con el actor de 'Los cazafantasmas' te relatamos punto por punto lo sucedido en estos últimos meses principalmente, y lo largo de su longeva carrera. El actor de 72 años se ha visto más que 'Atrapado en el tiempo', atrapado en sus propias conductas y en una vena temperamental que poco conocíamos del hollywoodiense.
Han sido dos mujeres las que, con sus denuncias, han abierto la Caja de Pandora que nunca pudo imaginar. Las cascada de quejas no se ha hecho esperar sin olvidar la demanda de divorcio por malos tratos y consumo de drogas que interpuso su mujer, Jennifer Butler, en 2008.
El pasado 15 de abril una trabajadora de la producción le denunció por las libertades que se tomó el que estaba rodando 'Being Mortal'. Esta mujer era bastante más joven que él, y según explicó posteriormente el actor de 72 años, habían estado coqueteando durante varios días. Hasta que, un día que estaban cerca de una cama del set, Bill Murray empezó a besarla por el cuerpo y se sentó a horcajadas sobre ella, según publicó 'Puck'. Además de añadir que, una fuente del rodaje aseguró que su compañera estaba “horrorizada” porque las acciones del actor “eran completamente sexuales”. El actor no dudó en besarla en la boca aunque ambos llevaban mascarillas.
Murray declaró que estaba de broma, pero ella aseguró que no había sido de mutuo acuerdo por lo que no tardó en trasladar su queja a la productora del filme, Searchlight Pictures, filial de Disney. Una semana después, la misma envió una carta a todos los miembros del equipo en la que tomaba una drástica decisión: “Después de revisar las circunstancias, se ha decidido que en este momento la producción no puede continuar”.
No fue el único caso como relató otro testigo del rodaje en 'Page Six': “Puso un brazo alrededor de una mujer, le tocó el cabello, le tiró de la cola de caballo, pero siempre de una manera cómica. Es una delgada línea. Todo el mundo quiere a Bill, pero, aunque su conducta no sea ilegal, algunas mujeres se sintieron incómodas y él cruzó la línea”.
Durante estos meses, Murray entonó una frase en NBC al más puro estilo de la de "eran otro códigos" de Plácido Domingo: “Hice algo que consideraba gracioso y no se entendió así. El mundo es muy distinto a como era cuando yo era un niño. Ya sabes, lo que antes parecía divertido no tiene por qué resultar gracioso ahora. Las cosas cambian, así que es importante para mí aprender”. 'Puck' desveló, el pasado lunes 10 de octubre, que Murray la habría indemnizado con 100.000 dólares.
Tan solo un día después de conocerse el supuesto pago a su excompañera, Geena Davis era la siguiente en denunciar a Murray en su libro de memorias, 'Dying of Politeness'. Todo sucedió en el rodaje de 'Con la poli en los talones'. La actriz ha dedicado unos párrafos a la conducta inapropiada del 'Lost in translation'. Davis detalla como este insistió en darle un masaje en la espalda con una máquina. Tras numerosas negativas, Davis cedió, "para no montar una escena". Además, precisa su conducta inapropiada chillándola constantemente durante la filmación ante 300 personas y como le quiso bajar los tirantes de su vestido en directo en el programa de Arsenio Hall en plena promoción.
No es ningún angelito. Unos días después a la denuncia de Davis en su libro, Lucy Liu recordó que durante el rodaje de 'Los ángeles de Charlie', Murray le espetó: “¿Tú por qué estás aquí? No sabes actuar”. El director McG corroboró que Murray apretó su frente contra la suya en una discusión, un gesto habitual del actor cuando se encara con alguien.
En el rodaje de '¿Qué pasa con Bob?', Richard Dreyfuss le propuso cambiar unos diálogos. Bill Murray volvió a poner su frente contra la suya mientras chillaba: “Todo el mundo te odia”. Para más inri, le arrojó un cenicero de cristal e intentó propinarle un puñetazo. El rodaje terminó con un guardaespaldas para controlar a Murray que también se encaró con Laura Ziskin.
Al igual que con Dreyfuss, se despachó con la productora, Laura Ziskin. En plena discusión la tiró a un lago y le rompió las gafas de sol. No ha vuelto a trabajar con él.
Murray también ha sacado su versión menos cómica y más agresiva no solo con compañeros. En 2018, un fotógrafo también le demandó por agresión.
El jueves 13 de octubre llegó el turno de Rob Schneider. El actor de 'The animal' destapó en 'The Jim Norton & Sam Roberts Show' que cuando trabajaron él con Chris Farley y Adam Sandler con Murray en 'Saturday Night Live', “Literalmente, nos odiaba. No hay explicación lógica a este odio a los integrantes del programa”, y que sus destinatarios principales eran Farley y Sandler.
Seth Green ('It') también reveló por primera vez, ese día, lo que le pasó cuando este tenía nueve años entre bastidores en 'Saturday Night Live': "Me vio sentado en el brazo de un sillón y montó un numerito porque al parecer estaba en su asiento. Pensé 'es absurdo, estoy sentado en el brazo y hay más espacio'. Le mandé amablemente a la porra y él dijo 'esa es mi silla'". Ni corto ni perezoso, "me cogió por los tobillos, me sostuvo boca abajo y me llevó al cubo de basura diciendo 'la basura va al cubo de la basura'. Yo me puse a llorar y a mover los brazos. Cuando toqué su entrepierna sin querer, me tiró a la papelera y la papelera volcó. Me sentí horrorizado. Salí corriendo, me metí bajo la mesa de mi camerino y eché a llorar".
En 2008 su mujer, Jennifer Butler, le pidió el divorcio acusándole de violencia doméstica, infidelidad y adicciones diversas. La pareja estuvo casada durante 10 años y tuvieron cuatro hijos. En 2006 su esposa abandonó con sus hijos el domicilio conyugal "debido al adulterio del acusado, a su adicción a la marihuana y al alcohol, a su conducta y abusos físicos, a su adicción al sexo y al frecuente abandono", tal y como relató en la demanda que presentó. La conducta "violenta, abusiva y errática" de Murray hacia ella "destruyó la relación marital entre ambas partes y la demandante no se siente segura estando en presencia del acusado". Separados, los abogados de Butler explicaron en el escrito que "el último altercado ocurrió en noviembre del 2007 en Sullivan's Island (Carolina del Sur), cuando el acusado le golpeó en la cara y le dijo que tenía suerte de que no la matara".
Su compañero de la saga de 'Los Cazafantasmas', Dan Aykroyd le tenía un apodo: 'The Murricane' ('Huracán Murray'). Su comportamiento con los 'Ghostbusters' también fue de lo más sonado.
Harold Ramis vivió en su carnes, los cambios de humor de su gran amigo. A su carácter se le unió el proceso de divorcio. “Bill era a veces irracional e inaccesible. Llegaba tarde constantemente y yo le hablaba como a mis hijos: ‘No tienes que tener rabietas para conseguir lo que quieres, solo di lo que quieres”, recordó Ramis en 2004 en 'The New Yorker'. La amistad se rompió. La propia hija de Ramis, explicó que, Murray nunca quiso volver a hablar con él hasta pocos días antes de que falleciera en 2014 por un cáncer cuando ya no podía ni hablar.
En su momento, fue muy comentado su enfrentamiento con Chevy Chase y han pasado ya más de cuarenta años de aquello. Febrero de 1978. Chase regresó como presentador al show después de haber dejado el programa por problemas con otros presentadores. Murray le sustituyó y a su vuelta, no dudó en decirle que sus excompañeros todavía le odiaban. Chase le espetó que tenía la cara cual cráter y que era perfecta para hacer un alunizaje. Aquello acabó con una sonada pelea que llegó a las manos fuera de plató donde John Belushi tuvo que separarlos.
Con fama de impuntual de carácter irascible y temperamental, ha protagonizado algunas polémicas como cuando condujo un carrito de golf por la calle a toda velocidad o cuando robó una bolsa de patatas a un señor que esperaba para cruzar y un largo etcétera.
Su carácter inesperado, entre divertido e inapropiado llevó a Tommy Avallone a recogerlas en un documental, 'Bill Murray' y a Garvin Edwards, a escribir un libro titulado: 'Cómo ser Bill Murray'. "Nos enseña a vivir con actos y no con palabras”, dijo su autor del que recogió momentos como cuando se presentó en una fiesta universitaria a fregar los platos o cuando se puso a repartir dinero metiéndoselo a la gente en el bolsillo.