Por motivos políticos o religiosos, por el contenido de sus letras, por unas polémicas declaraciones o, sencillamente, por su manera de vestir: estos son algunos motivos por los que algunas de las personalidades más destacadas y populares del mundo han llegado a ser vetadas en determinados países.
Estos vetos han afectado tanto a cantantes como Katy Perry, Lady Gaga o Beyoncé como a actores como Brad Pitt o Richard Gere y se extienden por todo el mundo, desde Estados Unidos y Reino Unido a China, Malasia o Rusia. Y es que tener todo el dinero del mundo a veces no es suficiente para poder viajar con plena libertad. Si alguna vez te has preguntado qué famosos tienen prohibiciones para acceder a determinadas zonas del mundo, sigue leyendo: estos son algunos de los famosos que se han visto afectados por los vetos de algún país.
China es el país que más prohibiciones ha impuesto a los artistas. Entre ellas, destaca el veto que pesa sobre Katy Perry, que tiene prohibido entrar en el país desde 2015, año en el que ondeó una bandera taiwanesa durante una actuación en la isla que provocó la ira de los mandatarios del país, que no reconocen a Taiwán como una región independiente.
La cantante no es la única artista que ha sufrido los vetos de China. Al igual que ella, Justin Bieber y Jay-Z tampoco pueden poner un pie en el país por ser considerados “malas influencias”, mientras que a Miley Cyrus se le prohibió la entrada después de que se maquillase para parecer asiática. Además, la música de Lady Gaga y Selena Gómez no se puede escuchar en el país asiático desde que ambas subieran una fotografía a sus redes acompañadas por el Dalai Lama.
La ocupación china del Tíbet ha sido motivo de conflicto con otros famosos. Es el caso, por ejemplo, de Brad Pitt, al que se le prohibió la entrada durante veinte años por haber protagonizado ‘Siete años en el Tíbet’ (1997) o de los antiguos miembros de Oasis, banda que fue tildada de inapropiada por haber participado en un concierto benéfico a favor del Tíbet en 1997.
Además, Richard Gere, que en 1993 denunció el conflicto durante la gala de los Oscar que presentaba, reconoció en una entrevista en 2017 que lleva más de una década sin protagonizar una película en Hollywood porque los estudios temen que el gigante chino deje de financiar sus proyectos, y en 2010 Bob Dylan se vio obligado a cancelar su gira por Asia después de que China le prohibiera la entrada al país por, presuntamente, su apoyo a las causas pacifistas. Casi nada.
China no es el único país en el que los artistas tienen problemas para entrar. A pesar de ser el país de ‘la libertad’, Estados Unidos también ha vetado la entrada a algunos artistas. Entre ellos, destaca Cat Stevens. Tras su conversión al islam, el cantautor estuvo más de tres décadas sin dar una gira por el país. ¿El motivo? Las autoridades aseguraban que tenía vínculos con el terrorismo.
Al igual que él, la rapera M.I.A también se las ha visto con el país de la libertad, que en varias ocasiones le ha negado su entrada por su activismo a favor de los pueblos oprimidos de Oriente Medio.
De Estados Unidos viajamos a Reino Unido, donde también encontramos algunas historias de veto. Entre ellas, destaca la que se impuso sobre Chris Brown después de que se hicieran públicas las agresiones de violencia doméstica a las que había sometido a Rihanna.
En Malasia, algunas artistas han tenido problemas con las autoridades por su vestimenta. Es el caso de Beyoncé, a la que le cancelaron varios conciertos por llevar una ropa demasiado “provocativa” o de Gwen Stefani, que en 2007 fue calificada como “obscena” por su vestimenta y movimientos de baile.
Además, Avril Lavigne que en 2008 también vio cómo cancelaron algunos de sus conciertos después de que el Partido Pan-Islámico sentenciara que su ropa y sus letras eran inadecuadas para la población joven.
La fotografía con el Dalai Lama no solo le costó el veto en China a Selena Gómez, sino también una prohibición de entrada en Rusia, país que reiteró su veto después de que la cantante mostrase su apoyo al colectivo LGBT+.