Antonia San Juan no recuerda haber hecho otra cosa en su vida que no sea actuar. Ya de pequeña, recordaba en una entrevista con Uppers, su abuela la enseñó a recitar, mientras que, cuando su padre la llevaba al bar, ella se subía a la barra y actuaba delante de los borrachos del local. Toda su vida la recuerda, de alguna manera, relacionada con el arte y con la cultura. No fue hasta el año 80 cuando, animada por su madre, se mudó de Canarias a Madrid para estudiar interpretación y labrarse una carrera en un mundo y una profesión complicada, unos inicios en los que Verónica Forqué jugó un papel esencial.
Llegó con 19 años a Madrid y, un año antes, la habían operado de apendicitis. En aquella intervención le habían dejado una gasa dentro que poco a poco fue estrangulando su intestino, haciendo que se encontrase mal durante su primera etapa en Madrid. “No me encontraban nada hasta que se me infectaron los órganos y estuve 25 días en coma en la UCI. Mis padres vinieron a verme, pero me salvé y volví a Canarias hasta que regresé a Madrid en el 84”, nos explicaba la actriz sobre lo complicado que fue ese momento para ella.
Sin embargo, justo en ese momento Verónica Forqué se convirtió en una especie de salvadora para ella. Daba la casualidad de que eran vecinas y el problema derivado de la operación hacía que San Juan no fuese capaz ni de comer ni de vomitar si quiera. Esas noches eran horrorosas para la actriz y Forqué la escuchaba.
“El día que me ingresaron —llevaba más de una semana acudiendo al hospital sin que dieran con lo que le pasaba— fue ella quien me acompañó a urgencias”, cuenta la también directora y guionista, que acaba de estrenar su obra de teatro 'Entrevista con mi hija Mari' en Madrid.
El agradecimiento a Verónica Forqué lo llevará de por vida. “Siempre la recordaré con cariño. La última vez que la vi fue en Lanzarote, ella estaba grabando una película allí con Rosa María Sardá y yo tuve función en la isla. Vinieron las dos a verme y fue la última vez que vi a ambas”, recuerda Antonia San Juan sobre sus dos compañeras de profesión.