Fue la novia de España... y de medio Hollywood. Carmen Sevilla, fallecida a los 92 años tras 15 como paciente de alzheimer, poseía uno de los curriculums amorosos más impactantes del mundo del espectáculo, pese a que no disfrutó tanto como hubiera querido. En las memorias que le dictó a Carlos Herrera en 2005 aseguró que le hubiera gustado no ser tan "decente". En estas memorias rememoraba las historia que pudo haber vivido y que, como resultado del ambiente de la época y de sus convicciones religiosas, rechazó.
Entre las historias que pudieron ser se encontraba la flor y nata del star system. Mario Moreno 'Cantinflas', auténtico ídolo de masas en los años 50 y 60, le enviaba joyas, que ella desdeñaba, pese a que Carmen Sevilla sentía auténtica pasión por una buena joya. Moreno, en México, le regaló un portentoso zafiro, pero Lola Flores, su íntima amiga, le obligó a devolverlo: "Si lo aceptas ya sabes lo que va a querer a cambio", le dijo.
Frank Sinatra no pudo seducirla, como pretendía. Y también desoyó las peticiones de amor de Marlon Brando, William Holden, Charlton Heston... Este último, rodando con ella una escena apasionada en 'Marco Antonio y Cleopatra', se sobrepasó al besarla en una escena. La sevillana contraatacó mordiéndole el labio... El resto es historia: no hubo match entre 'Ben Hur' y Carmen. La artista reaccionó como lo hizo con el mexicano Pedro Infante en la película 'Gitana tenías que ser', cuya lengua quedó seriamente dañada.
Algo más seria fue su relación con Yul Brynner, al que conoció en una fiesta organizada por Lola Flores. El actor estaba en España en 1959 rodando 'Salomón y la Reina de Saba' y el flechazo fu instantáneo, aunque la actriz finalmente le rechazó influenciada por su devoción religiosa. Al poco tiempo, el actor conoció a la modelo Doris Kleiner, con quien terminó casándose, y Carmen mantuvo hasta el final su amistad con la familia Flores. De hecho, es la madrina de Rosario.
Hay otros momentos relevantes en la vida de la actriz que nunca se contaron. En 1959 conoció a Fidel Castro en La Habana, recién llegado al poder desde Sierra Maestra. En ese encuentro estuvo presente Ernesto Ché Guevara. De esa época tampoco se sabe nada de su cita con el famoso gángster Lucky Luciano, al que tomó por un atractivo millonario, dueño del Hotel Capri de La Habana.
Su fulgurante carrera sentimental acabó al casarse en 1961 con Augusto Algueró Dasca, músico, director de orquesta y creador de bandas sonoras y de temas tan populares como 'La Chica Ye Ye'.
La unión naufragó por las continuas infidelidades de Algueró, con quien tuvo a Augusto junior. Poco a poco, tras muchos años de carrera se hizo con un importante patrimonio que tuvo que poner al servicio de las deudas matrimoniales. Propietaria de varios pisos en Madrid y un chalé en San Pedro de Alcántara, los malvendió, en parte porque su marido arrastraba deudas de juego.
También por amor, ya divorciada del músico barcelonés, ayudó económicamente al que sería su segundo y último marido, Vicente Patuel, con quien se casó en 1985. La exclusiva del enlace les supuso 25 millones de pesetas (200.000 euros) pagados por una revista del corazón.
Los últimos años de la artista fueron más tranquilos. Antes de ingresar en la residencia donde la atendían y trataban su alzheimer, recibía a su hijo y sus dos nietos en su última casa, situada en el Paseo de Rosales de Madrid, frente al Templo de Debod.