Esta semana tiene lugar en las salas de cine una especie de batalla histórica: la que tiene lugar entre 'Barbie', la nueva película de Greta Gerwig basada en la popular muñeca y 'Oppenheimer', la historia sobre el desarrollo de la bomba atómica que firma Christopher Nolan. Dos largometrajes esperadísimos, debido a sus respectivas temáticas y el nombre y fama de ambos cineastas, que llegan el mismo día y que han recibido una inusitada promoción de cara a su estreno. La guerra está servida: el ganador, según las críticas publicadas hasta la fecha, parece ser el buen cine.
La décimosegunda película de Nolan explora la intrahistoria tras la figura del físico y matemático Robert Oppenheimer (Nueva York, 1924). Una mente privilegiada que pasó a la historia por su participación y liderazgo en el 'Proyecto Manhattan', que consiguió crear las primeras bombas de plutonio y uranio durante la Segunda Guerra Mundial, abriendo la puerta a un incierto escenario para la humanidad. El personaje, a quien Nolan asegura no querer juzgar, sirve de base narrativa, a través de la biografía del mismo que firmaron Kai Bird y Martin Sherwin.
Como ocurre siempre en las películas del director londinense, el reparto es de altura. Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, Josh Hartnett, Casey Affleck, Rami Malek y Kenneth Branagh son algunos de los intérpretes involucrados en el proyecto. Pero la cara protagonista, que da vida al polémico científico, es la de Cillian Murphy. El intérprete irlandés, muy conocido mundialmente tras su famoso papel en la serie 'Peaky Blinders', suena ya con fuerza entre los posibles candidatos al Oscar a Mejor actor en la próxima edición de los premios.
No es la primera vez que Murphy se pone a las órdenes del director de títulos como 'Interstellar' o 'Memento'. Lo hizo ya en 'Dunquerque' o en la trilogía de 'El caballero oscuro' que firmó el director. Pero siempre habían sido papeles secundarios. Ahora Cillian soporta el peso principal del filme, lo que ha requerido que se prepare cuidadosamente para el que será, sin duda, uno de los personajes de su carrera.
El reparto ha hablado de esos preparativos del actor en estas semanas previas de promoción de la película que, por cuestión de días ha esquivado la huelga de actores que prohíbe los actores promocionales de cualquiera de sus trabajos. Han sido meses de entrega para dar vida al físico norteamericano, y la puesta a punto ha tenido como piedra angular una dieta extrema que ha generado muchos comentarios: consistía en consumir, únicamente, una almendra al día.
Murphy, que, por ejemplo, renunciaba a juntarse con sus compañeros para cenar tras el rodaje, no parece estar demasiado orgulloso de su decisión para aportar un mayor realismo al físico enjuto y demacrado de 'Oppenheimer'. Es lo que se deduce de algunas de sus declaraciones durante el mencionado tour promocional.
El actor ha reconocido que le gusta jugar con su cuerpo y que quería entregarse a fondo. Pero también ha admitido que el plan nutricional no era seguro y que en absoluto lo recomienda. El irlandés ha querido ser muy claro, negando que busque promover hábitos poco saludables o una pérdida tan drástica de peso. "Subsistía con martinis y cigarrillos", ha llegado a decir.
Aunque el CGI y los departamentos de maquillaje hacen maravillas, lo cierto es que la lista de actores y actrices que se someten a extraordinarias transformaciones físicas debido a las exigencias de guion es tan larga como criticada.
El caso más recurrente cuando se habla de este tema es el de Christian Bale, que se quedó en unos escasos 55 kilos para su papel en 'El maquinista', recuperó su forma habitual para dar vida a Batman y ganó unos treinta kilos a mayores para 'La gran estafa americana'.
El de Matthew McConaughey es otro ejemplo muy habitual: el actor tuvo que adelgazar 23 kilos para dar vida a un enfermo de sida en 'Dallas Buyers Club'. En el cine patrio, llamativos son los casos de Antonio de la Torre, que sumó 33 kilos en cuatro meses para su papel en 'Gordos', o el de Mario Casas, que perdió 22 para convertirse en el protagonista de 'El fotógrafo de Mauthausen'.