"Fue un infierno": el peor beso de Matt Damon en el cine

Hay besos de películas que han pasado a la historia en el imaginario colectivo de los espectadores, como puede ser el primero entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en ‘Titanic’. También hay otros que, si bien nos gustaron cuando los vimos, tampoco es que hayan sido tan míticos, al menos para nosotros. Ese es el caso de Matt Damon que, tras haberse besado cientos de veces en la gran pantalla, finalmente el beso que más recuerda es el que considera el peor que se ha dado durante su carrera, y con una actriz que ni te imaginas.

El peor de su carrera

Durante la promoción de ‘Oppenheimer’ el actor recordaba el rodaje de ‘Un lugar para soñar’, estrenada en 2011, al hablar junto a su compañera Emily Blunt sobre el rodaje de las escenas íntimas y si creían correcto decirle a la otra parte que su aliento no es precisamente demasiado agradable.

Mientras hablaban decían que lo ideal es lavarse los dientes o tomarse un caramelo previo al rodaje de esa escena. Y encontré Damon habló para recordar su peor experiencia al respecto, nada más y nada menos que con Scarlett Johansson. “Tuve que besarla y… ¿puedes imaginar lo horrible que fue para mí?”, bromeaba el actor. “Qué lamentable, con esos labios tan terribles”, metía la puntilla Blunt.

Su beso con Scarlett Johansson

“Fue un infierno”, dijo mientras comenzaba a explicar la anécdota durante aquel rodaje. “Rodamos una escena antes del almuerzo. Unas tomas que terminaban en un beso. Todo salió bien y nos fuimos a comer y ella se comió un sándwich con cebolla o algo así”, explicaba Matt Damon, que por entonces estaban seguros de que habían terminado de rodar las escenas en las que tenían que besarse.

Tras el descanso cuenta que Cameron Crowe, el director, estaba preparado para volver a rodar la misma escena del beso, pero con un plano más cercano. “Entonces ella dijo: ‘Mierda, me acabo de comer un sándwich de cebolla”, relató Damon, que estuvo bromeando sobre su aliento durante todo el día, pese a admitir que no notó nada raro, es más “su aliento huele a rosas”.