Cuando Barbra Streisand era una adolescente que soñaba con convertirse en actriz, su primer 'crush' fue Marlon Brando. Años después, mientras su pareja estaba en otra habitación, Brando le susurró a Streisand: "te quiero follar", algo que ella encontró "francamente horrible". Conclusión uno: no siempre es bueno conocer a tus ídolos de adolescente. Conclusión dos: en realidad Streisand no necesitaba 'sucumbir' ante ningún ídolo porque la ídola era ella. Y siguió siéndolo las siguientes seis décadas. No hace falta más que ver el aplauso de pie que, durante varios minutos, le otorgaron sus colegas actores norteamericanos en los SAG Awards y las reacciones emocionadas de las nuevas generaciones, de Anne Hathaway a Billie Elish.
Muy reacia a hablar de su vida privada, no fue hasta hace unos meses, cuando publicó su autobiografía titulada 'My name is Barbra' que la intérprete contó algunos de sus romances más significativos... y la lista no tiene desperdicio. Empezando por el mismísimo Elvis, con quien, hasta la publicación, solo se sabía que había tenido una gran amistad a pesar de los exabruptos de él, como cuándo le preguntó qué diablos veía en el insoportable de Elliot Gould... actor con el que Streisand estaba casada entonces y era el padre de su hijo.
Pero la lista no se detiene allí, Streisand tuvo romances con Kris Kristofferson -su coprotagonista en la versión setentera e 'Ha nacido una estrella', papel que, curiosamente, rechazo Elvis-, con Sydney Chaplin (hijo de Charlie) -un sujeto acosador que la torturaba `psicológicamente en escena-, con Steve McQueen, con Ryan O'Neal, con el Primer Ministro de Canadá -que es papá del actual Primer Ministro de Canadá-, con Don Johnson y hasta con André Agassi, que era 28 años menor que ella. También se sabe que el Rey Carlos III (hoy malito de la próstata) le mandaba flores y que cuando era adolescente tenía un poster de ella en su habitación. Al parecer, conocer a su ídolo no fue para Charles tan mal como lo fue para Streisand con Brando, ya que se dice que se hicieron amigos después de tomar el té durante una visita del entonces Príncipe de Gales a Los Angeles.
Y hasta aquí el 'prontuario' romántico de Streisand. En realidad, este tipo de 'recuentos' son bastante odiosos, particularmente cuando hablamos de celebridades femeninas: se te quedan las manos oliendo a señoro. Así que vamos a rematar con una nota romántica: chica conoce a chico, le dice "¿Oye, a tí quién te ha jodido el pelo?" y se enamoran. Eso, más o menos, fue lo que pasó en la primera cita a ciegas que tuvieron Barbra Streisand (entonces tenía 54 años) y James Brolin (entonces tenía 52, un hijo llamado Josh y ya lucía ese pelaco blanco marca de la casa). Ella era tan tímida (o se había quedado tan perturbada por su propio comentario) que se fue a jugar con los niños (estaban en casa de unos amigos en común) hasta que prácticamente la obligaron a sentarse a la mesa. Se casaron en 1998 y más de un cuarto de siglo después siguen haciéndose carantoñas ante cámaras.
Streisand es una férrea defensora de la causa Israelí. Pero es no es materia de esta nota.